Aston Martin es el nombre del Mundial de Fórmula 1 en este 2023. Es el nombre del equipo que más ha mejorado. Del que ha pasado, en unos pocos meses,de sufrir para superar la Q1 de prácticamente cada Gran Premio a ver cómo, en la prueba prueba, Fernando Alonso se subió al podio en Bahrein. Sí, el típico milagro que cuesta creer en este deporte... pero que han logradoen Silverstone.

Que han conseguido en poco tiempo. En muy poco tiempo. Tan escaso que todavía cuesta entenderlo. Todavía cuesta creérselo. Todavía hay que frotarse los ojos al ver la clasificación tanto de sábado como de domingo en Bahrein, en Sakhir, y comprobar que Alonso quedó quinto y tercero respectivamente.

Y lo hizo además de manera totalmente merecida. Porque no llovió. Porque no hubo 'jaleo' por delante. Porque tan solo fue Charles Leclerc, de los pilotos que estaban por delante, el que tuvoun problema que le hizo abandonar. Ni está claro que Alonso, aun con el monegasco en pista, no hubiese terminado tercero. Estaba lejos, pero el Aston Martin era un segundo más rápido que el Ferrari.

Tras Red Bull, Aston Martin

Era, de hecho, el monoplaza más rápido en pista después de los Red Bull. Sí, el camino comenzó en Montmeló, en el GP de España de 2022, pero aún así algo como eso era impensable en Abu Dhabi. Era impensable al final del pasado Mundial de Fórmula 1.

Pero lo han hecho. Lo han logrado. Lo han conseguido. Y no ha sido solo graciasal fichaje de Fernando Alonso. Es, claro está, un añadido más que valioso. Contar con un piloto de su experiencia, y de su talento, siempre es algo que suma. Algo que cuenta. Pero no olvidemos que en 2021 y en 2022 Aston Martin contó en sus filas con Sebastian Vettel, tetracampeón del mundo.

Nada mal tampoco. Sin embargo, la mejor posición del alemán en todo el pasado Mundial fueron dos sextos puestos en Azerbaiyán y en Japón. En Bakú hubo hasta cinco abandonos, con los dos Ferrari entre ellos; en Suzuka, sin Sainz en pista, entró a escasas once milésimas de Alonso.

En una carrera, casi la mitad de puntos que en 2022

Sumó 37 puntos en 19 carreras, pues se perdió las dos primeras en Bahrein y en Arabia Saudí. En cuanto a Lance Stroll, acabó el curso con 18 puntos. Su mejor actuación, en Singapur. Fue sexto... pero abandonaron seis pilotos. Entre los dos, 55 unidades en 21 grandes premios. Tras Bahrein, Aston Martin suma ya 26... casi la mitad.

Si nos remontamos a 2021, el equipo de Silverstone (que llegaba de un Racing Point que ganó en Sakhir con Sergio Pérez), acabó con 77 puntos. Vettel sumó 43; Stroll, 34. Sebastian se subió al podio en ese mítico GP de Hungría que acabó en victoria de Esteban Ocon. Imaginen cómo fue la carrera...

Pero Bahrein no tuvo mucha historia. Estaban los dos Red Bull y luego Aston Martin. Fernando Alonso, 18 puntos; Lance Stroll, 8 unidades quedando por delante incluso de George Russel a pesar de que el canadiense prácticamente corría cojo y con una mano. Si, algo ha cambiado... y lo que ha cambiado viene de donde viene.

Fallows, ¿el gran error de Red Bull?

Viene gracias a Dan Fallows y a Eric Blandin, en gran parte. Gracias a los fichajes en los puestos clave de la escudería. El primero viene de Red Bull, con las acusaciones de la marca de las bebidas energéticas de plagio y demás. El segundo, de Mercedes. Los dos, de la edad dorada de las escuderías más laureadas de la última década.

Pero solo así no se logra un cambio tan radical. Solo así no se consigue llevar a un equipo que cuando firmó Alonso en verano era noveno a ver que ahora mismo se codea con Ferrari. En 8 meses se ha obrado un milagro casi imposible.

¿El secreto? El inconformismo. El no evolucionar como el resto ha hecho su coche de 2022. El darse cuenta de que así no se llega. De que solo con eso no hay misión que valga por más Fernando que se tenga. Había que arriesgar. Y es justo lo que han hecho.

El único parecidoque tiene el AMR23 con el AMR22 es el color verde. Todo lo demás es nuevo. El resto no es una evolución de nada. Es, como ellos dijeron en su momento, una revolución. Los demás, son casi lo mismo que en 2022. El Mercedes, con esos 'no pontones', es el claro ejemplo del camino que no han seguido en Aston Martin.

Las claves del 'monstruo' verde

Porque el invierno ha sido de muchísimo trabajo. Porque se notaba la ilusión en las miradas de Lawrence Stroll y de Mike Krack en la presentación del AMR23.Y de, claro está, de Dan Fallows. Del gran arquitecto de todo. Del que llegó y que tras cumplir los seis meses de 'descanso obligado' ha creado un auténtico monstruo.

Uno que en curva es un escándalo. Que ha hecho que hasta el propio Alonso haya reconocidoque es una maravilla para pilotar. Sus pontones no se pueden comparar con ningún otro en la parrilla, cogiendo lo mejor de Red Bull y de Ferrari, con una parte trasera que hace que el monoplaza sea muy estable.

Además, la degradación de neumáticos es prácticamente cero. Se vio en Bahrein, circuito exigente en este sentido. Los cronos de Fernando Alonso, lejos de aumentar como los de Ferrari, se mantenían y podía jugar como quería tanto con sus cronos como con el resto de rivales por el podio. Sus radios fueron, simplemente, sensacionales.

El plan es trabajo y trabajo

Aston Martin tenía un plan. No uno de ganar en cien carreras como Alpine.Un plan de trabajar y de seguir su propio camino. Y les ha funcionado. El túnel de viento ha sido el gran aliado de los de Silverstone. No hay nada mejor que llevarse de unos test que ver que la correlación en cuanto a lo que se ve en pista es igual o muy similar a lo que se ha probado. Sí, más allá de los tiempos, incluso de los neumáticos, eso hace que el equipo sepa que va por buen camino.

Uno que acaba de empezar, porque ya han confirmado que lo que sevio en Bahrein es solo la base. Es lo que muchos tenían ya hace años y han ido evolucionando. Que, en caso del Aston Martin AMR23, aún tiene mucho recorrido. En Sakhir, en entrada y salida de curva, era el mejor... y eso hace que el equipo sea optimista.

Que lo sea para Arabia Saudí y, cuidado, con Australia. La pista semiurbana de Albert Park puede ser, por características, el trazado de la victoria 33 de Fernando Alonsoen la Fórmula 1. El asturiano, el pasado año con Alpine, ya estuvo muy cerca de hacer una auténtica locura en la clasificación.

Y es que todo es optimismo con el milagro que ha creado Aston Martin. La visión de Lawrence Stroll, dueño del equipo, la 'billetera' del padre de Lance para atraer a las mentes maestras de otros equipos punteros, su mabición con la idea clara de ganar, ganar, ganar y volver a ganar, el buen ambiente que se nota que hay, la llegada de Alonso... y el concepto del coche han obrado lo que hace tres meses, y hace uno, parecía misión imposible.

Una 'revolución' para ganar

La 'revolución' del AMR23, que es, de nuevo decimos, la base de lo que está por llegar con evoluciones que cambiarán dos tercios del coche como han confirmado ya en el equipo, funciona. Otros 'solo' han evolucionado su concepto; Aston Martin ha ido un paso más allá ya no solo para liderar la zona media, sino para lograr podios y ganar carreras.