Ferrari acumuló dolores de cabeza en Bahrein. Charles Leclerc no terminó la prueba y Carlos Sainz fue cuarto, por detrás de Fernando Alonso, después de que sus ruedas se desplomaran y no pudieran aguantar las ataques del Aston Martin.

El monegasco dijo adiós en la vuelta 41. Su batería había sufrido un fallo y no podía continuar. Una batería que ya había cambiado por precaución antes de la salida. Por la que ya son dos las piezas que ha utilizado.

Y según ha informado la prensa italiana, Ferrari no ha podido recuperar ninguna de las dos baterías. Por lo que Leclerc se podría enfrentar ya a una sanción en Australia.

El peor inicio posible para el monegasco, que podría penalizar ya en la segunda carrera de la temporada y no poder salir desde la parte delantera.

Ferrari tiene mucho trabajo que hacer. La degradación es real y se pudo ver en el coche de Sainz, perseguido y alcanzado por Alonso con su Aston Martin. Los verdes no están sufriendo esta degradación.

El piloto español sí pudo contener a Lewis Hamilton, recuperando sus ruedas y terminando en cuarta posición. Mucho trabajo tienen por delante en la fábrica de Maranello.

La reacción de Vasseur

Fred Vasseur, jefe de Ferrari, ha comentado que esta es su realidad: "No es bueno empezar con un cero. Hubiera preferido terminar, pero conservo mi postura, ya se lo dije al equipo hace una o dos semanas, que el campeonato no se acaba en Bahrein".

"Lo más importante ahora es poder tener una imagen clara de la situación y saber dónde estamos fallando", explicó.