Giro en Bolivia
Elecciones en Bolivia: Paz y Quiroga se disputarán la Presidencia en segunda vuelta
Qué podemos esperar Ambos candidatos opositores disputarán la primera segunda vuelta electoral en la historia del país el 19 de octubre. Sea cual sea el resultado, la política boliviana dará un giro tras casi 20 años de gobierno del MAS.

Resumen IA supervisado
El Movimiento al Socialismo (MAS) dejará de gobernar Bolivia tras casi 20 años, ya que los candidatos opositores Rodrigo Paz Pereira y Jorge 'Tuto' Quiroga se enfrentarán en la primera segunda vuelta electoral del país. Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano, lideró con el 32,14% de los votos, mientras que Quiroga, de Alianza Libre, obtuvo el 26,81%. Ninguno alcanzó el 50% necesario para evitar la segunda vuelta, que se celebrará el 19 de octubre. El MAS, cuyo candidato Eduardo del Castillo obtuvo solo el 3,16%, quedó fuera de la contienda. Samuel Doria Medina, en tercer lugar, apoyará a Paz Pereira. Evo Morales, inhabilitado, promovió el voto nulo, que superó el 19%.
* Resumen supervisado por periodistas.
El Movimiento al Socialismo (MAS) dejará de gobernar Bolivia después de casi 20 años. Tras las elecciones de este domingo, los candidatos opositores, el senador Rodrigo Paz Pereira y el expresidente Jorge 'Tuto' Quiroga, se disputarán la Presidencia en la primera segunda vuelta electoral en la historia del país.
Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), daba la sorpresa quedando en primer lugar con el 32,14% de los votos válidos, con el 95,41% de las actas escrutadas. Quiroga, de Alianza Libre, alcanzó 26,81% de los sufragios, según los mismos datos preliminares. Sin embargo, como ninguno superó el 50% ni alcanzó un 40% con una diferencia de 10 puntos con respecto al siguiente candidato, tendrán que disputar una segunda vuelta. Será el 19 de octubre.
Sea cual sea el resultado entonces, la política boliviana dará un giro abrupto: bien con la llegada al Ejecutivo de Quiroga, representante de la derecha, o de Paz Pereira, de centro.
El MAS, fuera de la pugna
El partido oficialista MAS, por su parte, tenía como candidato al exministro Eduardo del Castillo, después de que el presidente Luis Arce renunciara a buscar la reelección. Del Castillo obtuvo un 3,16% de votos, porcentaje que alcanzaría para salvar la personalidad jurídica del MAS, ya que según la ley electoral boliviana si un partido no supera el 3% debe desaparecer.
Más de 7,5 millones de bolivianos estaban registrados para elegir este domingo al presidente, vicepresidente y legisladores para el próximo quinquenio, en una jornada calificada como "tranquila" por las misiones de observación electoral de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Sin embargo, el candidato Andrónico Rodríguez fue agredido por varias personas que le arrojaron piedras después de emitir su voto en la localidad de Entre Ríos en el Trópico de Cochabamba, bastión político y sindical del expresidente Evo Morales. El también presidente del Senado fue calificado como "traidor" por Morales por buscar la Presidencia por su cuenta, alejándose del exmandatario, que era considerado su mentor político porque ambos son líderes sindicales de cocaleros en esa zona.
Por su parte, el presidente Arce dijo esta noche que cumplió su deber al "garantizar un proceso electoral pacífico y transparente" y aseguró que hará un "transito democrático" al entregar la Presidencia el 8 de noviembre. Por su parte, el empresario opositor Samuel Doria Medina, favorito en las encuestas preelectorales, ha aceptado su derrota al quedar tercero con un 19,86% de los votos y ha avanzado que apoyará a Paz Pereira en la segunda vuelta.
Morales, que no pudo participar como candidato presidencial por una inhabilitación constitucional y por no encontrar un partido que lo apoyara tras renunciar al MAS, encabezó en las últimas semanas una campaña para votar nulo., que finalmente superó el 19% en los comicios de este domingo. "El voto nulo se impone en estas elecciones nacionales, felicidades a ustedes", ha señalado Morales, que ha negado la legitimidad a toda aquella formación que se reivindique como "partido ganador".