Todas las versiones
Pulseras antimaltrato: de la negación al reconocimiento de fallos, una semana de contradicciones y dudas
Los detalles Primero los errores eran "obsoletos", luego solo afectaban al 1% de los casos, después admitieron que ni siquiera se saben cuántos agresores pudieron aprovechar los fallos y las fechas del error pasaron de marzo a un periodo entre junio y noviembre de 2024, sin que nadie pueda confirmarlo con certeza.

Hace una semana, saltó la alarma: las pulseras antimaltrato, uno de los mecanismos más visibles para proteger a las víctimas de violencia de género, podrían haber fallado. Lo que comenzó como una noticia apenas mencionada en los pasillos del Congreso se convirtió en una semana de versiones contradictorias, cifras cambiantes y declaraciones que apenas aclaran qué ocurrió y a quién afectó.
El pasado miércoles 17 de septiembre, el Partido Popular llevó el asunto al hemiciclo, alertando de que "cientos de mujeres quedaron desprotegidas". Ante esto, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, pasó de puntillas por el tema, asegurando que los fallos eran "agua pasada" y que la noticia "estaba obsoleta". En los pasillos del Congreso insistía: no había motivos para alarma.
Solo un día después, Redondo ofreció la primera cifra: el impacto había sido mínimo, apenas un 1%, relacionado con los audios de las pulseras, que era donde se había detectado un fallo técnico. Sin embargo, la claridad duró poco. Al día siguiente, la ministra acusó a la Fiscalía de "hacer una valoración sin datos" y, días más tarde, admitió que ni siquiera ella disponía de cifras precisas sobre el número de agresores que podrían haberse beneficiado de los fallos. La confusión aumentó cuando cambió varias veces el periodo en el que se produjeron los errores: primero dijo que comenzaron en marzo, luego que fueron entre junio y noviembre de 2024, cinco meses de incidencias que nadie ha podido confirmar con exactitud.
En medio de esta incertidumbre, Carmen Martínez, delegada del Gobierno contra la violencia de género, ha reconocido este jueves que sí hubo fallos y que el sistema "no es infalible". Martínez explicó que los errores surgieron durante la migración de datos de una compañía a otra y que afectaron procesos judiciales relacionados con órdenes de alejamiento, aunque nunca directamente con procedimientos de maltrato o violencia. Sobre si algún maltratador salió de la cárcel durante los errores, la respuesta fue cautelosa: "No le puedo afirmar al 100% que haya sido excarcelado un agresor porque he pedido esa información y no la tengo".
La ministra Redondo ha intentado matizar los temores. Afirma que las pulseras "funcionan bien y salvan vidas" y que todos los fallos fueron gestionados mediante protocolos de seguimiento: el servicio Cometa contacta a la víctima al minuto de saltar la alarma, alerta a la policía y controla al agresor. Además, ya se trabaja en una nueva licitación que amplíe la cobertura de los dispositivos y mejore su fiabilidad, con contratos más largos y exigencias técnicas más estrictas.
A pesar de estas explicaciones, el carrusel de versiones ha seguido generando confusión. En entrevistas recientes, Redondo ha admitido que no puede garantizar al 100% que un futuro traslado de datos no genere nuevos errores. También ha insistido en que las incidencias se debieron a problemas técnicos, como que el sistema no discrimina entre acercamientos fortuitos y dolosos: un agresor puede activar la alerta simplemente por pasar cerca de la víctima en un transporte público, aunque no haya intención de quebrantar la orden.
El Gobierno ha respaldado públicamente a la ministra. Pedro Sánchez expresó su apoyo total, y Pilar Alegría, ministra de Educación y portavoz, recalcó que "la tecnología no es infalible" y que las víctimas han estado protegidas "antes, durante y después" de los fallos. Alegría criticó al Partido Popular por "jugar con el miedo de las víctimas" y difundir bulos, como los que aseguraban que las pulseras se habían comprado en Aliexpress, que 5.000 mujeres estaban desprotegidas o que una mujer había sido asesinada mientras usaba el dispositivo.
Sin embargo, muchas preguntas clave siguen sin respuesta. No se sabe cuántas mujeres pudieron haberse visto afectadas, si se les avisó de que podían estar en riesgo, cuántos maltratadores pudieron quedar en libertad, si los jueces y la policía fueron alertados, cuándo detectó el ministerio los fallos, durante cuánto tiempo persistieron exactamente y qué medidas concretas se tomaron para solucionarlos. Ocho días después de que estallara la polémica, el debate sobre la seguridad de las víctimas y la fiabilidad de las pulseras antimaltrato continúa abierto, mientras el Gobierno intenta ofrecer una versión coherente de los hechos.
Lo que sí queda claro es que, tras una semana de declaraciones contradictorias, la narrativa oficial ha pasado del "no hay fallo" a admitir problemas técnicos, pero sin poder garantizar cifras, fechas exactas o consecuencias concretas. Mientras tanto, las víctimas siguen siendo el epicentro silencioso de la polémica.
016, teléfono contra la violencia machista
Las víctimas de la violencia machista y su entorno pueden pedir ayuda en distintos recursos activos las 24 horas del día todos los días de la semana: el teléfono 016, el correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y el canal de WhatsApp en el número 600 000 016.
En una situación de emergencia se puede llamar al 112 o a los teléfonos de emergencias de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y, si no es posible hacer esa llamada, en caso de peligro existe también la opción de activar la aplicación ALERTCOPS, que envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.