50 años de su muerte

Todos los detalles del funeral de Franco al que asistieron 100.000 personas: un desmayo y la caída de un falangista en la fosa

Los detalles El entierro de Franco se preparó al milímetro, con ensayos hasta esa misma mañana, y marcó un antes y un después en la historia de España.

Medio siglo de la muerte del dictador.
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Esta semana se han cumplido 50 años de la muerte de Francisco Franco y son muchos los detalles que forman parte de la historia del fin de la dictadura.

A su entierro en el Valle de los Caídos, actualmente Valle de Cuelgamuros, asistieron 100.000 personas que llenaron el recinto con 400 coronas de flores. Entre ellos había 'invitados VIP' como Augusto Pinochet, el dictador chileno al que se le atribuyen los asesinatos de 3.000 personas, 1.400 desapariciones, 35.500 torturas y alrededor de 200.000 exiliados.

También estuvo Imelda Marcos, esposa del dictador filipino Ferdinand Marcos, juntos responsables de 3.260 asesinatos, 740 desaparecidos, 35.000 torturados y 70.000 detenidos.

Al dictador también se le despidió en la Plaza de Oriente, a donde fueron 170.000 personas. Entre ellas estaba el rey Juan Carlos, que el día anterior había sido proclamado. Fue su primer gran acto oficial y el más solemne. Presidió el funeral, acompañó al cuerpo de Franco hasta la basílica del Valle de los Caídos y luego tuvo su primera audiencia a un grupo de excombatientes de la guerra.

Claramente, la familia Franco también tuvo un lugar preeminente en estos actos. Carmen Polo, esposa del difunto, Acudió al acto con velo y vestida completamente de luto. Fue a la misa de la Plaza de Oriente, pero luego se ausentó del Valle.

Estaba previsto que se quedase sin pensión, pero al año siguiente se le concedió una excepcional. Asimismo, a los tres días le dieron un título nobiliario y se le permitió residir en el Pardo el tiempo que ella considerara oportuno.

Quienes sí fueron al Valle fueron los nietos mayores de Franco, que se encargaron de llevar el féretro. También estuvieron presentes sus hijas, aunque una se desmayó y tuvo que ser atendida.

Preparación del entierro

El entierro del dictador se preparó durante días, ya que los operarios tuvieron que practicar para ser capaces de cerrar la tumba en un minuto. Al ser una losa de tanto tamaño, al principio tardaban cerca de media hora. Estuvieron ensayando la ejecución hasta pocas horas antes del acto.

Esa misma mañana, un falangista que estaba en las instalaciones se cayó a la fosa que más tarde ocuparía Franco y tuvieron que ayudarle para que saliera.

Un detalle que siempre ha llamado la atención de este evento es que el cadáver del dictador fue llevado en un camión militar. En un principio estaba pensado trasladarle en algún carro tirado por caballos, pero finalmente se descartó porque no se confiaba en los caballos pudieran recorrer las zonas empedradas y cuestas que llevaban hasta la basílica.

Se optó por un camión militar que hizo ese recorrido y nunca más se usó. El único caballo que se utilizó en el acto, aparte de los de los militares, fue el de Franco. Se llevó sin ningún jinete, como símbolo del soldado caído.

Los vehículos protagonistas aquel día fueron los coches. Por la carretera de La Coruña fueron los coches de los 100.000 asistentes y las decenas de coches oficiales de los jerarcas. No hubo ni un solo lío e incluso se felicitó a la Guardia Civil de tráfico por ello.

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