En pleno verano

España, en jaque por la ola de incendios: miles de hectáreas calcinadas, cientos de viviendas destruidas y más de 10.000 evacuados

Los detalles León y Zamora son las provincias más afectadas, con miles de personas evacuadas, dos muertos y varios heridos graves; mientras Galicia, Asturias, Extremadura y otras regiones luchan contra las llamas que amenazan pueblos, bosques y zonas protegidas.

Vista de una paraje quemado por el incendio en Las Médulas, Orellán y Carucedo, este miércoles.
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España sigue viviendo días de pesadilla ante una ola de incendios forestales imparable que arrasa comunidades, pueblos y viviendas. La situación más crítica se registra en León y Zamora, aunque el fuego se extiende también por Galicia, Asturias, Extremadura y otras regiones.

En total, ocho comunidades autónomas se ven afectadas, lo que ha obligado a desalojar a miles de personas y ha provocado ya dos muertes confirmadas y varios heridos graves. Las llamas han destruido áreas naturales de gran valor, así como numerosas viviendas y pueblos, situando al país frente a una emergencia sin precedentes.

León: la situación alcanza el límite

En León, la provincia más afectada por la ola de fuego, más de 7.000 personas han sido evacuadas de sus hogares, muchas de ellas ya llevan tres noches fuera y aún desconocen cuándo podrán regresar. Los desalojos se concentran en puntos como el pabellón de La Bañeza, que acoge a 300 personas, aunque hay otros centros en la ciudad y en pueblos cercanos, donde se han evacuado hasta cuatro localidades en las últimas horas.

Los nueve incendios activos en León generan preocupación por su virulencia, especialmente aquel que se inició en Molezuelas, en Zamora, y se propagó a la provincia leonesa. Las condiciones meteorológicas, con vientos cambiantes, dificultan las tareas de extinción y amenazan viviendas y patrimonio natural.

"Se metió el fuego en las casas. Devora tejados, paredes y recuerdos en cuestión de minutos", relata una vecina. Otra añade: "Mi casa se quemó por completo. Se hizo cenizas entera". Castrocalbón, uno de los pueblos más afectados, se ha convertido en un laberinto de fuego. En el paraje de Las Médulas, catalogado como Patrimonio de la Humanidad, los daños son incalculables.

Olegario Ramón, presidente del Comité del Consejo Comarcal de Bierzo, matiza que "la situación tiene cierto control, aunque hay todavía focos activos, incluso peligro en el pueblo de Voces". Mientras, vecinos desalojados expresan su frustración y miedo: "Estamos abandonados, este fuego no tendría que haber salido de Zamora".

La tragedia ha golpeado a la comunidad: Abel, un voluntario que participaba en la extinción en la zona de Nogarejas, murió atrapado por dos violentas lenguas de fuego, mientras ocho personas han resultado heridas en distintos puntos de la provincia.

Zamora: viviendas devastadas y "calma tensa"

En Zamora, dos incendios principales concentran la preocupación de las autoridades. Hasta 2.300 personas han sido desalojadas, y seis han resultado heridas, de las cuales dos permanecen en estado crítico en la UCI. Las llamas han destruido viviendas en localidades como Carrecedo de Vidriales, donde cinco casas han quedado totalmente calcinadas.

"El voraz incendio se ha colado en los pueblos… aunque cientos de efectivos trabajaron anoche para poder salvarlos", cuenta un vecino. La situación meteorológica sigue siendo determinante: cualquier cambio de viento podría reavivar focos controlados, aumentando el riesgo para las poblaciones y para los equipos de emergencia.

Galicia: Ourense bajo emergencia

En Galicia, la provincia de Ourense es el epicentro de la crisis. Solo en Chandrexa de Queixa, los incendios han arrasado 6.000 hectáreas, acercándose peligrosamente a viviendas. La residencia de mayores del municipio ha sido evacuada por completo, con 25 residentes de alta dependencia trasladados a lugares seguros.

"Se han quemado todas las cabras… el pueblo estaba rodeado por todas partes, ardían casas", relata una vecina, mientras otros intentaban combatir las llamas con cubos de agua y tractores ante la falta de medios.

Además, otro incendio afecta a Maceda, con 1.700 hectáreas calcinadas, y otros en Oímbra, Monterrei y Manzaneda obligaron a confinar a 170 niños de un campamento de verano por la cercanía de las llamas. La línea de AVE Madrid-Galicia quedó "definitivamente suspendida" este miércoles debido a la evolución del incendio entre A Mezquita y A Gudiña.

Extremadura y Asturias: confinamientos y evacuaciones

En Extremadura, los incendios de Casares de las Hurdes y Jarilla preocupan por su cercanía a los núcleos urbanos. En Jarilla, el municipio de Cabezabellosa recibió mensajes ES-ALERT instando a sus vecinos a confinarse. El consejero de Presidencia ha reiterado el llamado a no intentar heroísmos individuales y colaborar con los efectivos que luchan contra el fuego.

En Asturias, once incendios se mantienen activos en siete concejos: Allande, Aller, Cabrales, Cangas del Narcea, Caso, Coaña y Quirós. Tres de ellos continúan activos y otros cinco en revisión, mientras la Unidad Militar de Emergencias (UME) y bomberos del SEPA trabajan sin descanso para proteger aldeas y zonas forestales.

Balance nacional y medidas del Gobierno

España registra incendios en Galicia, Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía, Madrid, Asturias y Comunidad Valenciana. Pedro Sánchez ha pedido precaución y ha reiterado que la situación sigue siendo grave. Por su parte, el ministro Félix Bolaños ha confirmado que se han movilizado todos los medios materiales y humanos disponibles, con la prealerta a la Unión Europea para posibles apoyos adicionales.

Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), en lo que va de año han ardido 98.784 hectáreas en 199 incendios, el doble que en el mismo periodo de 2024, aunque lejos del récord de 2022 con 306.555 hectáreas quemadas.

Un país en alerta

Las provincias más afectadas –León, Zamora, Ourense, Palencia, Cáceres y Asturias– concentran la atención de los servicios de emergencia y de los propios vecinos, que viven entre el miedo y la incertidumbre sobre el futuro de sus hogares y tierras. La combinación de altas temperaturas, viento imprevisible y gran acumulación de vegetación seca hace que el riesgo de nuevos incendios siga siendo extremo.

Mientras tanto, bomberos, UME, brigadas forestales y vecinos voluntarios trabajan sin descanso para intentar contener un fuego que sigue devorando hectáreas, hogares y recuerdos. La pesadilla continúa, y España se enfrenta a días críticos para la protección de sus ciudadanos y su patrimonio natural.