España arde
Dolor, incertidumbre y enfado entre los vecinos de Las Médulas donde las llamas ya calcinan 1.500 hectáreas
¿Por qué es importante? A última hora de este lunes, la atención y los medios aéreos desplegados se concentran entre Ferradillo y Pombriego ante el temor de que este incendio se junte con un segundo.

Resumen IA supervisado
El incendio en Las Médulas ha devastado más de 1.500 hectáreas, obligando a 700 personas a evacuar sus hogares con incertidumbre sobre su regreso. La situación más crítica se encuentra en el sureste, entre Ferradillo y Pombriego, donde los equipos de extinción luchan por controlar las llamas. Los vecinos, llenos de dolor y enfado, critican la falta de un plan estratégico para incendios y evacuaciones. El fuego, avivado por el viento y el calor, ha alcanzado llamas de hasta 20 metros, convirtiéndose en una amenaza imparable. La prioridad es frenar el avance del fuego y proteger áreas de alto valor natural y cultural.
* Resumen supervisado por periodistas.
Más de mil hectáreas calcinadas y 700 personas que este domingo tenían que abandonar sus casas sin saber cuando podrán volver a lo que, presumiblemente, quede de ellas. A última hora de la tarde de este lunes la zona que más preocupa de este incendio en Las Médulas es el sureste, entre Ferradillo y Pombriego. Allí se concentra toda la atención y medios aéreos desplegados que tratan de extinguir las llamas cuanto antes, porque de no ser así podrían juntarse con las del otro incendio muy cercano.
Con mangueras a presión, los bomberos refrescan las casas aún calientes afectadas por el fuego que ya ha calcinado 1.500 hectáreas. "Vimos como nuestro futuro se nos iba, se iba nuestro pueblo", lamentan los vecinos llenos de dolor y tristeza al observar cómo el paraje natural en el que viven y considerado Patrimonio de la Humanidad ha quedado calcinado.
Incertidumbre y enfado
Si bien en la zona que se ve sobre estas líneas ya no hay llamas, la incertidumbre de algunos de los 700 vecinos desalojados durante la noche de este domingo sigue creciendo. Y es que "hay gente que no sabe si se le ha quemado la casa tan si quiera". Tampoco saben el estado en el que están las "naves con animales dentro", ya que "no les dejan ni subir".
A la incertidumbre se suma el "pánico interior", pero también el enfado de lo oriundos que denuncian la inexistencia de "un plan estratégico para incendios ni un plan estratégico de evacuación". Cabreo que comparte otro vecino, ya que ahora nos están mandando marcharnos de casa y que se nos quede toda nuestra puta vida aquí".

Tratan de regresar a sus propiedades, pero sin éxito puesto que los efectivos continúan trabajando en la zona para evitar reactivaciones. "Unos chicos de (...) Orellán tuvieron que ir por un camino que les dijeron que les estaba ardiendo la casa y los de Médula por otro camino", al menor para "ver lo que le ha pasado a las cosas por lo menos saber lo que tienen".
"Un momento muy difícil en el que ves que toda una vida se te pasa"
Las llamas les acecha, al tiempo que hacen recuento de lo poco que tienen ante la posibilidad de quedarse sin nada. Por ejemplo, una de ellas lamenta que es un bolso lo que ha cogido "y punto", ya que tuvieron que salir con lo puesto: "Un momento muy difícil en el que ves que toda una vida se te pasa que sí que lo material es lo material y es lo de menos, pero...", solloza otra de las vecinas.
"Llamas de 20 metros"
El fuego, empujado por el viento, avivado por el calor y con la vegetación como combustible, se volvió indomable con "llamas de 20 metros": "Es que era imposible, imparable", subraya ante los micrófonos de laSexta otra de las afectadas, en referencia al momento en el que también el humo envolvió por completo Carucedo. Precisamente, este municipio ya ha solicitado que se le declare como zona catastrófica.
Ahora, la prioridad de los equipos de extinción se centra en frenar el avance del fuego hacia la zona sureste, protegiendo núcleos urbanos y áreas de alto valor natural y cultural. Eso sí, el daño ecológico producido por este incendio es ya incalculable. Un daño que deja imágenes de puntos totalmente irreconocibles, incluso para los oriundos, como el que señala uno de los afectados: "Aquí detrás de esta casa debía estar el cementerio". Mientras tanto los lamentos se repiten: "Irte y punto, dejar todo lo que tienes aquí, tu vida"