España, en llamas
Los bomberos de Castilla y León, desbordados, sin descanso y durmiendo en un coche: "Llevo más de 24 horas sin dormir"
Los detalles Los miembros del Cuerpo de Bomberos de la Junta de Castilla y León denuncian hornadas de hasta 18 horas sin descanso y sin hacer ni siquiera una pausa para comer.

Resumen IA supervisado
España enfrenta una crisis con los incendios forestales, y los bomberos, en la primera línea de defensa, están al límite. En Castilla y León, los bomberos denuncian jornadas de hasta 18 horas sin descanso, incluso sin pausas para comer. Además, en las pocas horas entre turnos, deben descansar en condiciones extremas, como dormir en coches a más de 40 grados. La falta de hoteles disponibles agrava la situación, haciendo necesaria la intervención de la Unidad Militar de Emergencias. A pesar del refuerzo estacional, los bomberos temporales enfrentan condiciones laborales precarias, aumentando el riesgo de accidentes y retrasando la extinción de incendios.
* Resumen supervisado por periodistas.
España lucha contra el fuego, y quienes lo hacen en primera línea, los bomberos, no pueden más. En los últimos días, miles de profesionales están enfrentándose a las llamas en condiciones extremas, y no solo por las temperaturas a las que se enfrentan.
En Castilla y León, los miembros del Cuerpo de Bomberos de la Junta denuncian jornadas de hasta 18 horas sin descanso y sin hacer ni siquiera una pausa para comer. "Son las 7:30 de la mañana, yo salí ayer a las 13:30 de mi casa", asegura un bombero en un vídeo en el incendio de Las Médulas.
Pero las jornadas interminables no son el único problema. En las escasas seis horas que tienen entre turno y turno, ni siquiera disponen de una cama para descansar, por lo que se ven obligados a dormir a más de 40 grados en el coche.
"Ahora mismo hago algo más de 24 horas sin dormir. Dicen que no hay hoteles abiertos", se queja otro bombero. Una situación que es insostenible y que ha hecho necesaria la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Y es que, aunque en verano se refuerzan los cuerpos de bomberos, los profesionales temporales tienen unas condiciones laborales ridículas. "Tenemos un refuerzo de verano que se mete para los incendios, pero con unas carencias que no tiene quienes trabajan 365 días. No tienen prevención en invierno, por tanto, generamos menos infraestructuras", denuncia Sergio Martín, bombero de la Brigada de Élite de la Comunidad de Madrid.
Un caldo de cultivo que, lejos de garantizar el éxito contra el fuego, lo único que hace es aumentar el riesgo de accidentes laborales, retrasar la extinción de las llamas y poner al límite, tanto física como mentalmente, a aquellos que se juegan la vida para protegernos a todos.