Crisis dentro de su propio partido
Trump ya no puede dar nada por sentado: el movimiento MAGA cuestiona casi todas sus decisiones
Los detalles Desde los archivos de Epstein hasta los aranceles y su relación con Israel, sus seguidores más fieles ya no lo siguen ciegamente. Critican que haya descuidado la economía de la clase trabajadora y que se aleje del lema 'America First'.

Donald Trump está viviendo un momento crítico: su propio movimiento, MAGA, empieza a rebelarse contra él. El detonante más reciente son los archivos de Jeffrey Epstein. Durante años, Trump intentó evitar su publicación; ahora, sorprendentemente, pide a los republicanos que los desclasifiquen, asegurando que "no hay nada que esconder".
El giro no es casual: la presión crece, cada vez más legisladores del partido quieren hacer públicos los documentos, y Trump teme que si se alcanzan los dos tercios en la Cámara, su veto sería imposible. La publicación parece inevitable, y él parece apostar por afrontarla de cara.
Pero Epstein es solo la punta del iceberg. Lo que durante años fue sinónimo de Trump y MAGA ahora se está resquebrajando. Sus seguidores más fieles cuestionan todo: aranceles, política exterior, relaciones con Israel… incluso lo acusan de traicionar el lema 'America First'. MAGA, que lo llevó a la Casa Blanca, ahora lo mira con desconfianza.
El caso más visible es el de Marjorie Taylor Greene, congresista por Georgia y figura radical de MAGA. Durante años fue una de sus aliadas más cercanas; ahora se ha convertido en una de las voces más fuertes a favor de publicar los archivos de Epstein.
La confrontación ha sido pública y directa: Trump la llamó "Marjorie la chiflada" y le retiró su apoyo. Greene respondió sin medias tintas: "No idolatro ni sirvo a Donald Trump… ¡Sigo priorizando a Estados Unidos y solo a Estados Unidos!”. Al día siguiente, Trump la llamó "traidora", mientras Greene denunciaba amenazas y hostigamiento en su contra.
La ruptura con Greene refleja una división profunda dentro de MAGA: entre quienes siguen al pie de la letra la agenda de Trump y quienes priorizan el lema 'America First'. Los defensores de esta última corriente consideran que Trump se ha centrado demasiado en Israel y en política internacional, dejando de lado los problemas de la clase trabajadora estadounidense, que ve su poder adquisitivo caer y sus empleos amenazados.
Tucker Carlson, uno de los referentes del mundo MAGA y antiguo aliado de Trump, también ha levantado la voz. En una reciente entrevista con el 'New York Times', Carlson criticó que el Partido Republicano esté abandonando la defensa de la libertad de expresión, algo que considera tan preocupante como la censura de la izquierda.
El apoyo de Trump a Israel y su relación con Netanyahu se han convertido en otro foco de tensión. Algunos sectores de MAGA lo ven como una distracción de los problemas internos; otros, directamente, se oponen a su política hacia el país. Mientras tanto, Trump opta por ignorar estas críticas, aunque no puede ocultar que su base más fiel empieza a cuestionarlo casi en cada decisión.
En pocas palabras, MAGA ha pasado de ser el gran aliado de Trump a convertirse en su juez más exigente. Los que lo llevaron a la Casa Blanca ahora lo acusan de traicionar sus propios principios: descuidar la economía de la clase trabajadora, centrarse en política exterior, limitar la libertad de expresión y alejarse del lema 'America First'.
Medios estadounidenses ya hablan del "gran colapso de MAGA". Lo que durante años fue sinónimo de Trump, hoy está dividido, rebelado y dispuesto a cuestionarlo en público. Epstein es solo el primer frente visible; detrás vienen aranceles, Israel, Venezuela y la sensación generalizada de que Trump ya no puede dar nada por sentado dentro de su propio movimiento.
*Sigue a laSexta en Google. Toda la actualidad y el mejor contenido aquí.