Lo sucedido en el Gran Premio de Brasil de 2022 parece aún colear en Red Bull. Max Verstapppen ignoró las órdenes de equipo, no cedió la posición a su compañero, 'Checo' Pérez, y le privó de lograr el subcampeonato. Desde entonces, la relación entre ambos parece haber cambiado.

De hecho, antes del GP de Bahrein que ha dado inicio a la temporada 2023, el azteca ya le dejó un contundente recado al neerlandés y al equipo austriaco.

Pues bien, en carrera, 'Mad Max' no dudó en desobedecer las órdenes de Red Bull ya que, como destilan sus palabras, no se fía de 'Checo'.

Su ingeniero, Gianpiero Lambiase, le pidió que ante la abultada diferencia que tenía el vigente campeón con respecto a sus perseguidores, disminuyera el ritmo para cuidar la unidad de potencia que ya el año pasado le dejó tirado en Sakhir.

"El objetivo es 1'37''0", le dijeron por radio, a lo que el neerlandés respondió pidiendo que fuera por parte de los dos pilotos.

"No me importa bajar el ritmo, pero si ambos bajamos el ritmo", replicó Verstappen, que se encontró con el primer aviso: "No estáis compitiendo en este momento, Max".

Sin embargo, el '1' siguió a lo suyo y no bajó el ritmo... por lo que llegó el toque de atención final: "Me voy a aburrir de esto, así que hazlo, por favor".

Esta claro que el ambiente en el garaje de Red Bull no es el mejor, pero más clara es la apuesta de la escudería de las bebidas energéticas: Verstappen tiene contrato hasta 2028 y de persistir su mala relación con 'Checo', el que tiene todo por perder es el mexicano.