Sol. Playa. Calor... y un liderato más fuerte del Mundial de F1. Eso es lo que se lleva Hamilton de Hungría. Así afronta Lewis sus vacaciones, felices vacaciones estivales, tras una nueva victoria en una pista Ferrari. En un trazado, el de Hungaroring, en el que hizo valer la crono en lluvia para, con una carrera sin fallos, lograr 25 puntos y aumentar en ocho la distancia con Vettel. Merecido descanso para el campeón.

Porque vaya fin de semana se ha marcado. No era sencillo, y lo peor se temían en Mercedes viendo el potencial rojo en la pista húngara. Pero llovió el sábado, y los sábados en Hungría son el 90% del trabajo. Hamilton se llevó la pole, y en ningún momento vio peligrar un triunfo en carrera que cocinó a fuego lento. Sin nervios. Con la seguridad de quien tiene ya cuatro títulos a sus espaldas.

Y con ayuda. La de Bottas en este caso, aparte de la evidente de Mercedes por el coche que han realizado este año. Valtteri fue un auténtico guerrero, para lo bueno y para lo malo. Para lo primero, porque ralentizó por completo el ritmo de Vettel cuando Seb salía de boxes con ultrablandos. Y para lo segundo, porque golpeó primero al Ferrari y luego al Red Bull de Ricciardo, siendo esta última acción totalmente innecesaria.

Pero lo que le valió la calma a Hamilton fue ver cómo Vettel no podía con su compañero. Como el de Ferrari pasaba de ser su rival a no estar ni encima de él en las vueltas finales. Lo intentaron por medio de la estrategia, vital en Hungría, pero una mala parada resultó fatal. Tras Bottas, Seb se perdió en una pista en la que adelantar no es ni mucho menos cosa fácil.

Ya lo dijo Alonso tras la clasificación. Fernando tenía los puntos como objetivo, gracias también a la lluvia caída el sábado. El asturiano, con un McLaren que nadie sabe bien si es rápido o si no lo es, dio de nuevo lo mejor de sí mismo. La estrategia desde el muro, acertada. Muy acertada. Tanto que de repente pasó del 14º puesto a rodar octavo por alargar su estancia en pista. Y Vandoorne igual. Justo detrás, pero un problema con su caja de cambios acabó con su carrera.

E hizo a Carlos Sainz ganar una posición. Mal lo pasó en carrera, y es que si la estrategia de McLaren fue la acertada la de Renault fue lo opuesto. Tanto él como Hulkenberg tuvieron peor carrera de la prevista. El comienzo de los males para el madrileño fue la salida, con gomas más duras que impidieron su lucha. Y luego fue tras la parada. Falto de ritmo, Grosjean puso en apuros a Carlos durante las vueltas finales de Hungría.

Pero sumó puntos, que tal y como está la zona media, una a la que entró hoy Pierre Gasly con un meritorio sexto puesto, es no poco premio. Ahora toca recargar pilas y prepararse para la segunda parte del Mundial. Bélgica será la próxima parada. Eau Rouge espera en agosto.