Poco más de un minuto se tarda en dar una vuelta a Spielberg, pero qué de cosas pueden pasar en ese tiempo. Qué de cosas pueden pasar en esas 71 vueltas. Y qué de cosas pasaron en esta carrera de Austria. Nada tuvo que ver el cómo se empezó con el cómo se acabó, y es que en los más o menos 90 minutos de prueba dio tiempo para que Vertappen ganara, para que Alonso terminara en los puntos saliendo desde el pit lane y para que los dos Mercedes quedaran K.O.
Para que vivieran una de las carreras más aciagas que se le recuerdan a la escudería alemana desde que empezaron a ser dueños y señores de la F1. Tenía la pole Bottas, pole que le duró lo que tardó en llegar la primera curva. Mal arranque para que Lewis Hamilton se hiciera con el liderato en un inicio que no iba a ser premonitorio para lo que llegó después.
Hulkenberg abrió el fuego, y nunca mejor dicho. Rotura de motor para él, hoguera en su Renault, y todos mirando a los monoplazas motorizados por los galos. En esas, se paró Bottas. Fallo hidráulico. Virtual Safety Car y todos los favoritos, menos Hamilton, a boxes. Sí, seguía primero, pero el líder era un Verstappen que estaba a 13 segundos con su parada ya hecha.
Lewis tuvo que parar, y Max se hizo con el primer puesto. Tras él, Ricciardo. Daniel hizo en esta ocasión de escudero hasta que sus gomas aguantaron. Una parada era la prevista, pero tanto él como otros tuvieron que ir a dos. Carlos Sainz fue uno de esos pilotos que sufrieron problemas con las gomas y que vivieron una carrera complicada. Hamilton también, pero él aparte de parar escuchó por radio algo que nadie quiere escuchar.
"Para el coche", le dijeron. Y él paró el coche. Los dos Mercedes fuera. Y Ricciardo también. Y Raikkonen y Vettel acompañaron en el podio a Max Verstappen en un día que bien puede ser clave para el devenir del Mundial. En esta lucha que mantienen Hamilton y Sebastian, en el que todo punto cuenta.
Como también cuentan los que suma Fernando Alonso, aunque su lucha sea bien distinta. A saber si él se imaginaba todo lo que le pasó hoy cuando acabó 13º en clasificación. Primero, por las malas nuevas. Cambio de morro, cambio de MGU-K y salida desde el pit lane. Y segundo, por las buenas noticias. Ante tanto abandono, ante tanto suceso en pista, el asturiano avanzó y avanzó hasta llegar al décimo puesto.
Y siguió avanzando, adelantando a Charles Leclerc y a Pierre Gasly para ser octavo. Para demostrar de nuevo que los puntos se reparten los domingos y no los sábados. Y para hacer ver que, si se ponen las pilas en Woking, puede hacer grandes cosas de naranja. Él es quien está exprimiendo al máximo un monoplaza que con Vandoorne fue el último en pasar por meta. Un toque en la primera vuelta lastró su prueba.
Ni una semana de descanso habrá para ponerse el mono de nuevo. El GP de Inglaterra, precisamente el de la casa de McLaren, espera ya en el horizonte. Mercedes poco para pensar, y eso tras un palo como el de Spielberg es positivo. Sumar hará olvidar las penas en Austria.