Preguntas que responder
El PP habla de Gaza, pero calla sobre lo que realmente importa: sanciones, embargos y boicots a Israel
Los detalles Feijóo habla de 'masacre', Ayuso defiende a Netanyahu, Aznar exige la victoria de Israel y Albiol reconoce errores. Pero ni el PP y ni el Ejecutivo siguen sin aclarar aranceles, embargo de armas ni boicots, dejando un vacío preocupante.

Nunca antes se había visto un espectáculo tan fragmentado dentro del Partido Popular sobre un conflicto internacional. Este miércoles, en el Congreso de los Diputados y en distintos actos públicos, cada dirigente ha hablado un idioma distinto sobre la tragedia en Gaza. La consecuencia: mucha declaración de intenciones, muchos adjetivos, pero ninguna decisión política clara sobre lo que de verdad importa.
Feijóoha calificado la situación como una "masacre". Este es el término más duro que ha empleado hasta la fecha y se aleja de las tesis de Ayuso, pero se queda lejos de la expresión que llegó a utilizar María Guardiola. La presidenta de la Junta de Extremadura denunció hace unos días el "terrorismo" de Benjamín Netanyahu contra los gazatíes.
En el extremo opuesto, Isabel Díaz Ayuso mantiene un discurso radical y sin matices: Israel está en lo correcto y Netanyahu no tiene culpa. Hamás es el responsable de todo, incluso de usar a los niños como "escudos humanos". De hecho, llegó a decir que bastaría negociar con Hamás con "magdalenas" y "flores", como si los más de 65.000 gazatíes asesinados, entre ellos más de 20.000 niños, fueran también terroristas.
José María Aznar, por su parte, no deja lugar a dudas: Israel debe ganar la guerra. Para él, cualquier derrota del Estado hebreo supondría un problema global para Occidente y Europa. Se refiere al genocidio en Gaza como "lo que está haciendo Israel", de forma etérea, y evita el término directamente, pero lo presenta como un asunto de salvación de Occidente: "Si Israel perdiese lo que está haciendo, sería poner al mundo occidental al borde de la derrota".
Entre estos extremos, Xavier García Albiol se muestra más matizado y crítico. Reconoce que si la ONU habla de genocidio "no será él quien lo desmienta" y critica la estrategia israelí por considerarla una barbaridad. Albiol es el único que parece dispuesto a admitir que hay errores graves, pero no se moja del todo sobre las medidas concretas que deberían tomarse.
En contraste, Ester Muñoz, portavoz parlamentaria, condiciona su reconocimiento a la Corte Penal Internacional: "Cuando lo diga la corte penal internacional, nosotros estaremos de acuerdo". Y Martínez-Almeida lo niega de forma explícita: "Considero que no hay un genocidio en Gaza".
Mientras tanto, surgen preguntas que el PP no contesta:
- ¿Apoyan los aranceles que propone la UE a Israel, por valor de 227 millones de euros?
- ¿Están a favor de un embargo de armas al Estado hebreo, como exigen varios países europeos y organizaciones internacionales?
Hasta ahora, la respuesta es nula. El partido está dividido: Ayuso radicaliza, Feijóo endurece pero evita la palabra "genocidio", Guardiola denuncia "terrorismo", Albiol matiza, Almeida niega y Aznar defiende sin límites. El problema no son las palabras, sino la falta de decisiones políticas concretas.
El Gobierno y Sumar bajo la lupa
El Ejecutivo también enfrenta preguntas clave: ¿hasta dónde llevará el boicot a Israel? ¿Hasta el punto de excluir a España de competiciones deportivas, como el Mundial de fútbol? La respuesta sigue siendo ambigua.
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun en una conexión con Al Rojo Vivo este miércoles ha afirmado: "No tenemos que anticipar todas las situaciones en las que nos podemos encontrar. Lo importante es explicar cuál es la política y el criterio del gobierno", en referencia a la exclusión de Israel de actividades deportivas y culturales.
De nuevo, la falta de concreción es evidente. En un momento crítico, tanto el PP como el Gobierno muestran discursos fragmentados y vacíos de medidas claras. Europa y la ciudadanía esperan decisiones, no palabras de salón.