Deberes pendientes
Retirar símbolos de Gaza en los colegios no arregla nada: el verdadero drama en la educación madrileña que Ayuso ignora
La otra cara Entre aulas saturadas, recortes que arrastran décadas, contratos precarios y 11.000 niños sin beca comedor, queda evidente que los problemas reales de la educación siguen ignorados, mientras Ayuso prioriza controlar símbolos en los colegios en lugar de invertir en lo esencial.

Varios colegios de Madrid han recibido órdenes para retirar cualquier símbolo de apoyo a Gaza. Según ha adelantado 'El País' y ha confirmado laSexta, se trata de instrucciones verbales enviadas a al menos una decena de centros. Desde la Consejería de Educación de Ayuso aseguran que no hay una prohibición formal, pero la presidenta ha aprovechado para dejar claro que quiere "neutralidad política" en las aulas y que se deje de "adoctrinar".
Curiosamente, esta "neutralidad" no se aplicó en 2022, cuando Rusia invadió Ucrania: entonces, los colegios podían colgar carteles y organizar campañas de solidaridad sin problemas. Parece que unas guerras molestan y otras no.
Desde Madrid se presenta la retirada de banderas como una cuestión de política escolar, pero el debate se pierde frente a los problemas reales: profesores con contratos precarios, aulas saturadas, recursos escasos y recortes que no cesan desde 2009. Este curso ha comenzado con 11.000 niños que no han recibido beca comedor, mientras la Comunidad presume de los 119.000 que sí la tienen. Muchos de los que quedan fuera son familias vulnerables que sufren errores administrativos o condiciones imposibles.
El pasado abril, las seis universidades públicas madrileñas hicieron huelga por falta de financiación. La Universidad Complutense, colapsada, fue el ejemplo más visible de una crisis educativa que arrastra décadas. Mientras tanto, Ayuso sigue centrada en decidir qué pegatinas pueden colgarse en las paredes de los colegios.
La situación se repite: falta de inversión en la pública, precariedad laboral para los docentes, clases saturadas y comedores sin recursos. Si de verdad importara la educación, esas serían las prioridades, no controlar qué banderas se muestran. Retirar símbolos de Gaza no va a arreglar nada: los verdaderos problemas de la educación madrileña siguen ahí, ignorados.