El Festival Mundial de Juventud

Entre conciertos y selfies: así recluta Rusia a los 'influencers' que defenderán a Putin en el mundo

Los detalles Hasta 2.000 jóvenes de todo el mundo participan en Socchi en un evento al que solo se accede por invitación, diseñado para que los asistentes difundan una visión positiva de Rusia y presenten a Occidente como el enemigo en sus países.

Entre conciertos y selfies: así recluta Rusia a los 'influencers' que defenderán a Putin en el mundo

Socchi (Rusia) se ha llenado esta semana de jóvenes de todo el mundo, pero no se trata de un viaje de estudios cualquiera: son 2.000 estudiantes invitados por Rusia al Festival Mundial de la Juventud, un evento histórico recuperado por Putin el año pasado. Entre conciertos, deportes, exposiciones y clases de ruso, se esconde un objetivo muy concreto: captar a jóvenes que puedan hablar bien de Rusia en sus países de origen.

No cualquiera puede entrar. Solo los seleccionados tras enviar un video explicando qué significa Rusia para ellos, qué esperan del viaje y quiénes son. Si tu perfil encaja y tus redes sociales tienen potencial, Rusia te invita a gastos pagados. El año pasado fueron 20.000; este año solo 2.000. La idea sigue siendo la misma: generar agentes de influencia internacionales.

Y es que Rusia sabe que un mensaje tiene mucho más peso si viene de un joven español, latinoamericano o africano que si lo da un ruso. Por eso buscan gente conectada, con redes y capacidad de viralizar contenidos. Entre los participantes de esta edición habrá ponentes como Rubén Gisbert, joven abogado español, que hablará de su visión de Rusia.

El festival combina cultura, deporte y diversión con mensajes cuidadosamente medidos. La pasada edición incluyó una exposición sobre "las mentiras de la OTAN", con un lanzacohetes capturado en Ucrania como prueba de que Occidente suministra armas a Kyiv. El objetivo es claro: mostrar que Rusia es un país atractivo y moderno y que Occidente es el enemigo.

Se esperan jóvenes de 180 países, especialmente de América Latina, África y Asia, donde la narrativa occidental tiene menos peso. La fórmula no es nueva: la Unión Soviética ya utilizaba el festival para seducir a jóvenes en todo el mundo y que a su vuelta defendieran a Rusia en sus países.

El broche final será, como siempre, el discurso de Vladimir Putin. Pero para muchos, el verdadero éxito del festival no está en el escenario, sino en las redes: cada foto, cada video y cada historia compartida por los asistentes es parte de un plan cuidadosamente diseñado para crear "embajadores" del Kremlin que lleguen a su público mucho más allá de Rusia.