Creará un circuito preferente
Andalucía cambia el protocolo de las mamografías: todas las pacientes serán llamadas, pero otros departamentos podrían retrasarse
Sí, pero... La Junta promete avisar antes del viernes a todas las mujeres con mamografías dudosas, pero los médicos advierten que al priorizar estas pruebas, otras especialidades podrían ver cómo aumentan sus listas de espera.

Resumen IA supervisado
El caso de Anabel y Cristina ha revelado fallos en el programa de cribado de cáncer de mama en Andalucía. Confiaron en el sistema, pero sus diagnósticos de cáncer llegaron tarde debido a la falta de comunicación sobre señales de alarma en sus mamografías. El protocolo no exigía avisar a las pacientes inmediatamente, lo que dejó a muchas sin información crucial. Rocío Hernández, consejera de Salud, ha prometido cambios, incluyendo un "circuito preferente" para casos dudosos. Sin embargo, los hospitales advierten sobre la falta de personal.
* Resumen supervisado por periodistas.
El caso de Anabel y Cristina ha puesto rostro a un fallo mucho más profundo en el programa de cribado de cáncer de mama en Andalucía. Ellas confiaron en el sistema, siguieron sus instrucciones y esperaron tranquilas después de la primera mamografía. Nadie las llamó, así que pensaron que todo estaba bien. Pero no lo estaba. Un año y casi dos después, respectivamente, descubrieron que si había señales de alarma en sus pruebas, solo que nadie las había comunicado. Su diagnóstico llegó tarde: cáncer de mama.
Lo que parecía un error puntual ha destapado una grieta en el protocolo. Porque sí, el procedimiento establecía que, si tras una mamografía había dudas, el radiólogo debía pedir una segunda prueba—ya fuera otra mamografía o una ecografía—. Pero en ningún punto se especificaba que hubiera que avisar a la paciente en ese momento. En la práctica, quedaba en manos de cada centro, de cada equipo, decidir si llamar o esperar a tener fecha cerrada para la segunda cita. Por eso en algunos casos se informó y en otros no.
¿A cuántas pacientes se llamó y a cuántas no? Nadie lo sabe. No existe un registro único y transparente que permita saber cuántas mujeres se quedaron meses —o años— sin recibir la alerta de que algo no cuadraba en su mamografía.
La respuesta oficial: avisos "antes del viernes" y un nuevo circuito
Ante la indignación de las afectadas, la consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, ha prometido cambios inmediatos. "Algunas ya han sido informadas, pero aún así vamos a volver a llamarlas a todas", anunció. El compromiso es que antes del viernes que viene todas las mujeres con pruebas dudosas reciban la información que hasta ahora se les había negado.
Hernández también aseguró que se incorporará esa comunicación como parte obligatoria del procedimiento y que se creará un "circuito preferente" para las pacientes pendientes de una segunda prueba. La intención es clara: que nadie vuelva a esperar meses para confirmar si lo que salió en su mamografía era un simple falso positivo o un tumor maligno.
Las dudas de los profesionales: ¿a costa de qué?
Pero ese circuito preferente ha abierto un nuevo frente. Desde los hospitales advierten de que no hay recursos extray que priorizar a unas pacientes implica retrasar a otras. "En mi hospital se han quitado recursos de otros sitios para ponerlos en la derivación, con lo cual ahora la lista de espera se va a formar en otro lado", explica una radióloga del Virgen del Rocío, que además es delegada sindical del Sindicato Médico.
El diagnóstico de fondo de los profesionales es rotundo: el problema no está en la tecnología ni en la calidad de las lecturas, sino en la falta de manos. "Las lecturas están bien, en un mes se hacen, pero no hay capacidad porque no hay personal para atender a esas pacientes. Las mujeres que tienen que ser derivadas para un estudio posterior se eternizan en la lista de espera", denuncian.
Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico Andaluz, lo resume en una frase: "Si no se ha podido dar salida a estas ecografías es porque faltan profesionales médicos que hagan este trabajo".
El choque de visiones
Mientras las asociaciones de pacientes y los sindicatos hablan de carencias estructurales, la Consejería intenta rebajar la tensión. Su mensaje es que no todo retraso implica negligencia: aseguran que, si dos pruebas se realizan con muy poco margen, los resultados pueden ser igual de poco concluyentes, por lo que no tendría sentido duplicarlas en corto plazo.
Lo que sí reconocen es el fallo en la comunicación con las pacientes: nadie les explicó que había dudas sobre sus pruebas, y esa incertidumbre se transformó en diagnósticos tardíos.
¿Y las pacientes? La confianza en juego
El gran reto ahora no es solo técnico, sino de credibilidad. Las mujeres que han denunciado no se sienten seguras dentro del sistema. "Tengo cáncer de mama a consecuencia del retraso tan grande", dice Anabel. "Si yo no me lo llego a palpar, quizá no estoy aquí hoy", añade Cristina.
Ángela Claverol, presidenta de Amama Sevilla, insiste en que no se trata de casos aislados: "Esto no va de tres mujeres, va de decenas, y cada día recibimos nuevos testimonios". El Defensor del Paciente ha pedido a la Fiscalía que actúe por "dejación de funciones", y la oposición exige responsabilidades políticas.
La Junta de Andalucía promete cambios inmediatos y un protocolo más claro. Los médicos piden refuerzos de personal. Y las pacientes, mientras tanto, reclaman lo más básico: información a tiempo. Porque lo que se juega no es solo la eficiencia del sistema, sino la vida de quienes dependen de él.
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