Durante los segundos entrenamientos libres del Gran Premio de España, Max Verstappenprotagonizó uno de los momentos más surrealistas a través de la radio. De repente empezó a escuchar el sonido de un teléfono.

Y él tenía muy claro de quién era. "El teléfono de alguien está sonando... ¿Es el de Helmut?", preguntando por Marko, asesor de la escudería. Y sí, acertó. Y desató las risas en el muro de Red Bull.

El neerlandés logró su quinta victoria de la temporada en Montmeló. Parece que nadie le puede toser en la lucha por el título mundial: tiene 170 puntos por 117 de su compañero de equipo,Checo Pérez.

Toque de atención de Red Bull

A pesar del buen rollo que hay en Red Bull, Christian Horner le ha dado un toque de atención a Max por lo ocurrido en la carrera del domingo. Otra vez por la vuelta rápida, a la que Verstappen nunca quiere renunciar.

"Él y su ingeniero tienen una relación de pareja de ancianos casados. Habiendo tenido tres avisos (sobre 'track limits'), el siguiente era una penalización de tiempo. Por lo que si hubiera habido un coche de seguridad o algo así, habría sido doloroso", ha comentado el jefe de Red Bull.

Y asegura que es algo que hablarán en privado: "Él está en el coche y lo sabe. Por supuesto hablaremos de eso. En una situación con más que perder hablaríamos de eso con mucha firmeza".