Max Verstappen y sus palabras sobre las "trampas" de Ferrari con su motor han encontrado varias respuestas en la escudería italiana. La más contundente es la de uno de sus rivales, Charles Leclerc, que se mostró muy enfadado con el holandés.
"Es una broma. Él no está en el equipo, no sabe nada de nosotros. No sé por qué habla", comentó Leclerc. Otro peso pesado que habló sobre las palabras de Verstappen fue ni más ni menos que Mattia Binotto, director de Ferrari, que explica lo que ha pasado en el GP de Estados Unidos.
"Me siento muy decepcionado. El sábado estuvimos cerca de la pole; Vettel pudo lograrla, Leclerc se perdió los Libres 3 y también pudo haber hecho pole... no sé cuál es el problema. Esos comentarios no son buenos para el deporte, todos deberían ser más conscientes", denuncia Binotto.
Lo cierto es que Leclerc se quedó a un mundo de los tres primeros clasificados, superando los 50 segundos de diferencia y sin opciones de luchar por la victoria. Para Leclerc, la razón era un problema puntual que "no debería continuar fuera de Austin".
"Me faltaba todo. No tenía agarre y nunca sentí que los neumáticos estuvieran funcionando. Iba deslizándome", explica el monegasco. Es el debate que tiene encendida a la Fórmula 1 en el Gran Premio en el que Lewis Hamilton hizo historia con su sexto título de campeón del mundo.