Mercedesse ha encontrado con algo que no esperaba. Mercedes, y el resto de equipos punteros del Mundial de Fórmula 1. Porque nadie, por más que se pensase de forma positiva, podía prever incluso a comienzos de febrero que Aston Martin sería lo que ha terminado siendo. Que Aston Martin, tras ser en el verano pasado el penúltimo equipo del campeonato llegaría a ser la mayor amenaza para Red Bull en apenas unos meses.

Y eso es algo que tiene a los alemanes más que inquietos. Más inquietos que al resto, porque en su caso se da la casualidad de que, de momento,Aston Martin tiene su mismo motor. Y aún así, salvo en Australia, les han superado casi sin problemas en este comienzo de Mundial.

Por ello en Mercedes debían reaccionar. Tenían que hacerlo. Porque que un equipo cliente gane al de fábrica siempre provoca cambios. Siempre provoca que haya que tomar decisiones. De momento, James Allison ha regresado...y esperan que lo que están haciendo dé sus resultados.

"Ahora entendemos mejor nuestro coche"

Así lo ha dicho Toto Wolff, quien ha hablado sobre los avances que están haciendo: "Hemos visto a un equipo que marca la pauta, pero en Australia ya vimos destellos de nuestro coche".

"Es alentador ver que ahora entendemos el coche mucho mejor. Definimos la dirección a la que ir, y vamos por el camino correcto", cuenta en palabras que recogen en 'Motorsport'.

El austríaco prosigue: "Ha sido complicado. Teníamos la esperanza de haber arreglado los problemas de 2022, pero nos dimos cuenta de que no estábamos donde esperábamos. Pero no nos sentimos con derecho a nada, es la competición más dura del mundo... y si fuera fácil no sería un reto tan fantástico".

"Lo que se ve es la punta del iceberg"

Además, ha lanzado un aviso: "Lo que vemos es solo la punta del iceberg. La mentalidad es fantástica, el espíritu está ahí y veo entusiasmo".

"Creo en lo que hacemos. Al cien por cien. No se trata de una sola carrera, o de una sola temporada. Es desarrollar el poder tener éxito a lo largo de los años. Nunca vas a ganar siempre, pero porque nadie lo ha logrado jamás", cuenta Wolff.

Y deja más que claro la importancia del apartado anímico: "No hay que oscilar demasiado entre la extrema alegría y la depresión. Hay que ser racionales. Saber que habrá contratiempo, pero también mejoras que nos ayudarán para regresar a los puestos de arriba".