Y en casa, como en ningún sitio. Eso hizo a Vettel volar, a hacerle volar incluso más de lo que ya acostumbra este año a lomos de su poderoso 'cavalino' rojo. Con el Ferrari, y con su buen hacer, el germano se marcó un bestial 1:11.212 en el GP de Alemania para hacerse con la pole... y para hacer que Hamilton tenga un mal día y posiblemente una mala noche.

Porque a Lewis le va a costar conciliar el sueño este sábado. Porque, esta vez sí, tanto él como Mercedes están teniendo que dar el máximo o más del máximo para evitar caer derrotados. En la clasificación de Hockenheim tuvieron que hacerlo de nuevo, y la bala plateada se quedó sin fuerzas al final de la Q1.

No le entraban las marchas. Sí, bien pudo ser algo de fiabilidad, pero la excesiva agresividad del británico también pudo tener algo que ver. Derrapando, comiéndose los pianos y a veces hasta levantando las cuatro ruedas del suelo. Así pilotó Hamilton en Alemania. Y así fue cómo el Mercedes dijo 'hasta aquí'.

Sin él, Vettel tuvo en Bottas a su principal rival, pero Valtteri no es Hamilton a pesar de que hizo todo lo que estaba en sus manos para hacerse con la pole. Presionó hasta el final, pero ya con la bandera a cuadros sobre la línea de meta Vettel decidió que era el momento de hacer unos cuantos récords de sector. En el primero. En el segundo. Y así hasta su imbatible tiempazo.

Menuda Q3 se marcó el tetracampeón. Y menuda clasificación se marcó Fernando Alonso. No pasó de Q2, pero viendo que su compañero, Vandoorne, es último, bastante hizo colocando al McLaren-Renault undécimo. El primero que elige neumáticos, una buena plaza para rascar puntos que es a lo máximo que aspira el coche papaya.

Ni chasis ni motor. Poco hay que destaque salvo Alonso en McLaren este año. Y ya van cuatro. Cuatro en los que Fernando tiene el límite mecánico de Woking que hace que por más que dé logre menos que otros que no necesitan tanto. Superó la Q3, sufriendo, y la lluvia no llegó para dar algo a un piloto que más no puede hacer.

Carlos Sainz, por su parte, sí accedió a la lucha de los diez más rápidos. Fue gracias a su última vuelta en Q2, en la que echó el resto para colocar a su Renault noveno. Sale octavo, y el Renault sigue mostrando su regularidad en la zona media sin perder de vista mayores objetivos.

Así pues, todo listo para la carrera del GP de Alemania, que vuelve tras un año de ausencia. Los puntos están en juego, y también una victoria que de ser para Vettel puede servir para dar un buen golpe al Mundial antes de Hungría.