Muchas miradas estaban y están siempre puestas en AlphaTauri. Es así por lo que son, porque son, aunque a saber si les gusta tal definición, el equipo B de Red Bull. El 'filial' de la marca campeona del mundo y de la escudería que domina con puño de hierro el Mundial de Fórmula 1. Porque donde van los mayores, van los 'pequeños'. Porque si uno pone Ford, el otro también. Pero luego ya...

Luego ya pocas similitudes hay. Porque AlphaTauri, a pesar de sumarse a las críticas a Aston Martin como era de esperar, tiene bastante poco de Red Bull.El pasado año, tan solo por delante de Williams; en este 2023 la cosa no es que pinte especialmente bien.

Sin Pierre Gasly, De Vries y Tsunoda tienen en el monoplaza a otro 'rival' más con el que pelearse en cada carrera. Tal es el problemón del coche de Faenza que Franz Tost, su jefe, ha dicho eso que no quiere escuchar ningún empleado.

Porque la confianza que tiene en su equipo, en el equipo de ingenieros, es cero. Directamente cero.

"Los ingenieros me dicen que vamos a progresar mucho... pero yo no me fío de ellos", afirma Tost, jefe de la marca italiana.

E insiste: "Yo solo quiero ver el tiempo por vuelta. Es lo único que cuenta ahora. Esperábamos un coche mucho mejor".

"Espero que al menos aquí podamos llegar a la Q3 con un coche... pero hay mucho que hacer. En el aspecto aerodinámico hay varios programas en marcha", revela Tost.

Pero tiene puntos débiles a mansalva, según cuenta el gran jefe: "No hay carga aerodinámica... así que el coche es inestable en frenada. Sobrecalienta neumáticos, traseros, tiene mala tracción, se sale al llegar al vértice..."

"Falla todo lo que se necesita para hacer un tiempo por vuelta competitivo", sentencia.