Las últimas semanas han sido especialmente convulsas para Quentin Tarantino. Uma Thurman develó el accidente que sufrió durante el rodaje de 'Kill Bill 2' en lo que el director de Knoxville calificó comio "uno de los mayores errores" de su carrera.

Además, tuvo que responder a sus propias declaraciones de 2003, cuando afirmó que la violación de Roman Polanski a la entonces joven de 13 años Samantha Geimer había sido sexo consentido.

En medio de esta polémica, Sony se habría replanteado la producción de su nueva película, que estará ambientada en Los Ángeles de 1969, con los famosos asesinatos instigados por Charles Manson como telón de fondo.

Según informa 'Showbiz 411', la compañía tendría serias "dudas" sobre la producción y estarían preocupados por la mala prensa que se ha ganado el cineasta últimamente.

El presupuesto de lo nuevo de Tarantino rondaría los 100 millones de dólares, según fuentes cercanas al rodaje. Estas cifras supondrían que, tras su estreno, debería recaudar al menos 375 millones en todo el mundo. Sony considera que, en las actuales circunstancias, se trata de una operación arriesgada.