Cuando la Semana Santa cae en abril, a la vuelta de vacaciones es cuando muchas personas se plantean hacer esa manida operación bikini para adelgazar y perder grasa.Pero es importante dejar atrás todas estas cosas si de verdad queremos perder peso de forma efectiva, saludable y, sobre todo, sin poner en juego nuestra salud física y mental.
"A largo plazo, la operación bikini no vale de nada. A corto plazo sí, perderás 5 kilos en un mes pero luego, en sólo de nuevo un mes, volverás a ganar los kilos que has perdido, incluso más. Las dietas que se engloban dentro de esa llama 'operación bikini' no son una opción porque no puedes adoptar esas dietas como estilo de vida", afirma a laSexta.com María Merino , dietista y nutricionista (@comiendoconmaria_oficial) y autora de 'Desayuno con Garbanzos'.
Suelen ser dietas muy restrictivas donde se pasa hambre, en las que se suelen eliminar alimentos o ciertos grupos de alimentos (por ejemplo, las hay que eliminan por completo los carbohidratos) o no te dejan mezclar según qué alimentos (como en las dietas disociadas) y en las que se saltan comidas para poner en su lugar barritas, batidos o pastillas. "Todo ello nos quita salud, nos hace perder masa muscular (esencial para nuestra salud, también para la pérdida de peso) y salud mental", añade.
El secreto para adelgazar: dieta personalizada y ejercicio
Pese a todo, aún estas dietas milagro o de la 'operación bikini' siguen siendo opciones para muchos porque "la gente quiere soluciones de hoy para ayer", sostiene Merino. Y eso nunca es bueno. De hecho, si queremos adelgazar y perder grasa, la clave estaría precisamente en la palabra "dieta".
Esto es, "el secreto para adelgazar está en romper el concepto de dieta tal como hoy lo tenemos integrado y entender la dieta como un estilo de alimentación personalizado, adaptado al ritmo de vida de cada persona. Porque será la única dieta que verdaderamente podamos mantener en el tiempo", asegura Merino.
El secreto para adelgazar está en romper el concepto dieta como lo tenemos integrado hoy en día: hay que entender la dieta como un estilo de alimentación personalizado, adaptado a cada persona
Se trata por tanto -como hemos comentado también en otros artículos de alimentación- de aprender a comer, de llevar una alimentación sana pero flexible (como exponeaquí la nutricionista Laura Llorente). Así, es importante tener en cuenta lo que compramos (etiqueta alimentos), cómo son nuestros gustos y preferencias, si cocinamos o no, del tiempo que tenemos para comer, de dónde comemos, ... Tener nuestra propia dieta y alimentación saludable. Personalizar nuestra dieta.
Por ejemplo, como señala Merino, dos personas pueden tener una dieta sana pero una come en casa y otra fuera. La que come en casa se tiene que preparar la comida y cocinar en casa y la otra saber prepararse el táper el día anterior o saber elegir lo que comer en el comedor de la empresa o en un restaurante. "Son estilos de vida diferentes y la comida tiene que adaptarse a nosotros".
También es importante conocer no sólo el qué comer sino también en qué cantidades (para ello nos puede ayudar por ejemplo, la distribución del plato de Harvard), si necesitamos merendar o no, escuchar necesidades de hambre y saciedad y también de "priorizar la estación del año en la que estamos para elegir alimentos de proximidad y de temporada así como tener en cuenta la variabilidad de la dieta: cuantos más colores en las frutas y hortalizas, más equilibrio", añade Merino.
Dieta pero también ejercicio
Si llevamos una alimentación saludable y hacemos ejercicio de forma regular todo será mucho más fácil. Para adelgazar, es importante que haya un balance energético negativo que se consigue a través de la dieta y del ejercicio físico.
Y una alimentación saludable significa que la base de alimentación debe ser a base de alimentos sanos pero sin privarnos de ningún alimento que no sea del todo sano ni sentir culpa si queremos comerlo y lo comemos). Flexibilidad.
Para adelgazar, es importante que haya un balance energético negativo que se consigue a través de la dieta y del ejercicio físico
Y hacer ejercicio de forma regular significa combinar actividades aeróbicas con actividades de fuerza, tal como sostienen las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud. Y por supuesto, evitar el sedentarismo y movernos cuanto más, mejor.
También es importante atender y tener en cuenta otros hábitos y conductas que hemos mencionado en otros temas como son: el descansar las horas suficientes (dormir poco engorda), llevar horarios regulares de sueño y comida, comer despacio, masticando bien los alimentos y gestionar el estrés.
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Por tanto, "nada de batidos, ni de sobres, ni pastillas, ni barritas ni nada", concluye Merino. Una dieta con la que "aprendas a comer sano para siempre y saber cómo y cuanto comer, cómo distribuir el número de ingestas o cómo modificarlas en función de si es una día en tengo más o menos actividad. Una dieta donde tú mandes".