Una chica invita a sus padres a comer en un restaurante, pero, al ver la suma total de la cuenta y pagarla, se arrepiente: "Pensaba que eran 60 euros, 90 es una barbaridad". Pero no sólo eso, sino que también les pide una compensación: "Retiro la invitación, cada uno su parte, me hacéis Bizum".

"No te voy a dar un duro", le contesta su padre tajante, y le enumera todas las cosas de las que ella disfruta en casa y por las que no paga. Mientras, ella comienza a reírse sin parar. "Quiero mi sueldo", le reclama este.

"Ese padre nos representa a todos los padres", señala Quique Peinado, aunque indica que ella también "representa a todas las hijas de España".