Boticaria García reconoce que el momento del baño de los recién nacidos puede dar generar nervios a los padres primerizos, así que, para hacerlo correctamente, aconseja llenar la bañera con poca agua, unos 10 o 12 centímetros, y que esta esté tibia, a una temperatura de 37 grados.

Se recomienda sujetarlo con el brazo no dominante y lavarlo con el dominante y puede emplearse una esponja suave odirectamente la mano, aunque hay que hacer especial hincapié en los pliegues, que es "donde se hacen fuertes los hongos", explica. Para ello, puede usar jabón neutro o solo agua y, al acabar, se debe realizar un secado suave. "Lo estamos secando, no sacándole brillo", comenta la experta.

¿Es preferible usar esponjas naturales o sintéticas? Esta señala que las naturales son más suaves para la piel del bebé pero se deshacen fácilmente, aunque indica que a pesar de no ser imprescindibles, son recomendables cuando se hace "la limpieza del culete", dice, pues expone que "el uso de toallitas no debe ser el pan nuestro de cada día". Además, después de su uso, hay que lavarla con jabón, enjuagarla y dejarla secar al aire "para evitar que las bacterias se pongan a criar como locas", declara.