Las calorías no son solo lo que comemos, sino también lo que bebemos. El alcohol es lo que más calorías aporta después de las grasas, y en estas fiestas en habitual caer en excesos.

Una copa de cava tiene 86 kilocalorías, una copa de vino tiene las mismas calorías que un croissant, y un chupito de orujo tiene las mismas que una napolitana de chocolate. Pero cuidado: el sorbete de limón tiene las mismas calorías que una bolsa de patatas fritas.

Aun así también hay variedades: no es lo mismo tomar cava seco que moscato o Pedro Ximénez. Cada litro de moscato tiene 45 gramos de azúcar, y el Pedro Ximénez tiene 430 gramos de azúcar por litro.

Sobre la resaca, el nutricionista también ha desmentido ciertos bulos: el café nos deshidratará aún más, no servirá otra cerveza y el ibuprofeno nos afectará al hígado; por ello, lo mejor es tomar un vaso de leche ayuda a la digestión del alcohol y renutre. También sirve el zumo de tomate, que bloquea la hipoglucemia, y el atún, que dispersa sus síntomas.