Opciones limitadas
El presidente que no puede huir: Maduro y su complicado mapa de destinos para el exilio
Los detalles Entre sanciones, investigaciones por crímenes de lesa humanidad y aliados que no siempre son de fiar, el mapa de posibles destinos de Maduro se reduce a Rusia y Turquía, con China y Europa cerrándole la puerta, y Cuba convirtiéndose en un refugio que podría ser más peligroso que seguro.

Nicolás Maduro dice que no piensa irse de Venezuela, pero lo cierto es que sus opciones de exilio son… muy limitadas. Entre sanciones internacionales, investigaciones por crímenes de lesa humanidad y la erosión de aliados, el presidente chavista no tiene muchos destinos seguros a los que acudir.
Con un buen abrigo y sus dotes de políglota, Maduro podría subirse a un avión rumbo a Rusia, donde Vladímir Putin no solo lo respalda, sino que reafirma constantemente su apoyo al régimen chavista. Entre autoritarios, como dicen, se entienden.
Otra opción es Turquía, con Erdogan cada vez más cerca de Caracas. Además, Ankara ha seguido comprando petróleo y oro a pesar del embargo internacional, lo que ha permitido a Maduro sortear algunas sanciones. Curiosamente, él mismo le propuso a Trump mudarse a otro país, aunque el presidente estadounidense lo tomó como un chiste.
Maduro también tiene a China entre sus aliados, pero no es un refugio seguro. El gigante asiático no suele dar asilo público a líderes caídos: no quiere convertir su territorio en un problema diplomático.
Cuba ha acogido en el pasado a exiliados con el perfil de Maduro, no extradita por motivos políticos y no reconoce la jurisdicción internacional. Sin embargo, según 'Axios', podría complicársele la vida allí: fuentes del medio aseguran que los cubanos podrían plantearse incluso atentar contra Maduro si cede a presiones militares externas.
En el pasado, dictadores como Jean-Claude 'Baby Doc' Duvalier, derrocado en Haití en 1986, vivieron décadas en exilio en Europa, o Fulgencio Batista, que huyó a Portugal y a la España franquista. Pero hoy Europa no es la de mediados del siglo XX. La Corte Penal Internacional investiga a Maduro por crímenes de lesa humanidad desde 2018, así que cualquier intento de mudarse al continente pondría en riesgo su detención.
Por ahora, Maduro se queda en Caracas, con pocas opciones reales de exilio, aparte de Rusia y Turquía. La combinación de sanciones, investigaciones judiciales y la pérdida de aliados hace que su futuro fuera de Venezuela sea muy incierto. Mientras tanto, el presidente chavista sigue firme en el poder, aunque cada vez más acorralado.
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