Con matrícula de honor
Investidura con examen incluido: Vox dicta el temario y Pérez Llorca lo borda de principio a fin
Los detalles Mientras Pérez Llorca recitaba punto por punto el argumentario de Vox y el PP se dejaba las manos aplaudiendo, fuera de Les Corts las víctimas de la DANA seguían recordando que, aunque cambie la cara del muñeco, sus problemas siguen exactamente igual que antes.

Día de investidura en Les Corts. Salvador Pérez Llorca se jugaba el puesto, Vox tenía el bolígrafo rojo preparado y, fuera, las víctimas de la DANA ya habían dictado su propio veredicto. Esta vez con muñeco nuevo: misma figura, cara distinta y un mensaje claro: "Llorca y Mazón, la misma mierda son." A partir de ahí, el suspense era mínimo.
Dentro, el nuevo president intentaba tender puentes arrancando su discurso prometiendo que va a pedir perdón a las víctimas. Un gesto que fuera se recibió con recelo. "¿Perdón por qué ahora?", preguntan ellas, que ya han escuchado muchos titulares y muy pocas soluciones.
En el hemiciclo, sin embargo, el ambiente estaba para palmas. El PP, que el día de la comparecencia en el Congreso no movió ni un dedo, hoy se ha dejado las manos: 41 aplausos en poco más de una hora. El hasta hoy president, Carlos Mazón, llegó tarde, apenas un minuto antes de la votación, y sí se sumó a los aplausos, aunque al mismo tiempo tuvo que escuchar cómo Pérez Llorca elogiaba su gestión… sin mencionarlo ni una sola vez. Ni una. Eso también tiene mérito.
Pero lo verdaderamente interesante era el examen de Vox. Porque esta vez no hubo esa ceremonia previa de "pacto" con sonrisa incómoda, pero sí había prueba. Y Pérez Llorcasalió al estrado como quien va a selectividad sabiendo exactamente qué cae.
Primera pregunta: ataque al Pacto Verde europeo. Ese que impulsó el propio PP, pero que Vox detesta como si fuera un impuesto nuevo. Pérez Llorca lo criticó, lo tachó y, por si acaso, añadió el clásico de "las élites europeas". Punto extra.
Segunda parte del examen: el bloque hidráulico. Presas, cauces, desvíos, encauzamientos… faltó decir "y un tobogán acuático" para completar la lista. Todo en castellano, que en Vox no es optativa, es troncal.
Tercera cuestión: migración. No había que pensar mucho: migración como problema, rechazo a la acogida de menores migrantes y un pequeño alegato sobre la identidad española. El equivalente político a poner tu nombre en el examen: si fallas ese, suspenso automático.
Y para el final, la pregunta de desarrollo: bajadas masivas de impuestos. Aquí no dudó. Compromiso firme. Examen entregado.
Resultado: Vox contento, el PP aplaudiendo, Mazón desaparecido y Pérez Llorca investido president tras completar, punto por punto, el argumentario de sus socios. Examen aprobado. Matrícula de honor en obediencia.
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