Cuando la paz ganó
El 'Gesto por la Paz' cumple 40 años: valentía, silencio y un pequeño lazo azul que dijo "basta" a ETA
El contexto Hace 40 años, tras varios atentados mortales de ETA, un grupo de profesores, alumnos y padres del colegio Los Escolapios salió a la plaza circular de Bilbao en silencio, llevando un lazo azul que pedía libertad y paz, dando inicio al 'Gesto por la Paz'.

Hace 40 años, los vascos empezaron a decir "basta". Basta de atentados, basta de muertes, basta de miedo. Y lo hicieron con un gesto pequeño, pero cargado de significado: un lazo azul prendido en la solapa. Ese lazo pedía la libertad de los secuestrados por ETA y mostraba que estabas en contra de sus métodos. Hoy parece un detalle insignificante, pero entonces llevarlo era un acto de valentía.
En los años 80, la calle vasca era de ETA. Ellos organizaban manifestaciones, hacían ruido, imponían su ley. Los ciudadanos, por miedo, comodidad o complicidad, les habían cedido el espacio público. Hasta que un grupo decidió salir a la calle después de dos atentados con tres muertos. Profesores, alumnos y padres del colegio Los Escolapios se reunieron en la plaza circular de Bilbao. Primero fueron 200, en silencio. Al día siguiente, tras otro atentado, volvieron. Y siguieron saliendo, creciendo en número y alcance. Siempre con el mismo mensaje: "Por qué no la paz, pakea zergatik ez?"
Ese fue el nacimiento de 'Gesto por la Paz', una organización que pedía la paz no solo cuando ETA asesinaba, sino también cuando había víctimas del terrorismo de Estado. Salían a manifestarse frente a secuestros, torturas o abusos policiales, con pancartas sencillas: "Han matado a una persona. Pertsona bat hil dute". Sin adjetivos políticos. Solo humanidad.
No todos veían con buenos ojos aquel coraje. Algunos les consideraban traidores. En varias ocasiones, los proetarras montaron contramanifestaciones para intimidar. Salir a la calle en ese contexto no era solo un acto simbólico: era jugársela.
Hoy ETA ya no existe. En 2011 anunció el cese de su actividad armada y dos años después se disolvió. El motivo principal de 'Gesto por la Paz' desapareció, pero su legado sigue vivo: la valentía y la dignidad de quienes se atrevieron a decir no a la violencia. En su última pancarta antes de la disolución, ETA dejó un lema que, paradójicamente, se convirtió en un recordatorio de que los que defienden la paz también ganan: "El futuro es nuestro".
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