Red Bull es un avispero. La escudería de las bebidas energéticas, que viendo cómo es el coche tanto de este año como del anterior, e incluso el de 2022, debería ser una balsa de aceite, vive sumida en el caos con el 'caso Horner'. Con un caso que ha llegado ya a la FIA. Con uno que puede traer consecuencias o bien en la parte noble... o bien en la pista.
En sus pilotos. En uno de ellos, pues con Sergio Pérez terminando contrato este mismo año, y sin intención alguna de dejar la marca, el que está cada vez más mosqueado por todo es Max Verstappen. Es el tricampeón. Es quien, de momento, ha ganado las dos carreras disputadas en este 2024. Sí, y las palabras de su padre no ayudan a calmar las tensas aguas que se viven en Red Bull.
Porque Jos, en Bélgica, en el medio 'Sporza', ha lanzado un nuevo aviso a la escudería por todos los dimes y diretes que está habiendo entre Christian Horner y Helmut Marko.
"Esas luchas de poder es parte de todo, pero es necesario que haya paz...", cuenta.
"A Max le preguntan mucho..."
Una paz que no ve posible a corto plazo: "Hay que descansar un poco, pero con estas circunstancias parece que va a llevar algo de tiempo".
"Y aquí se trata de correr. Ojalá puedan volver a concentrarse en las carreras pronto", desea Jos Verstappen.
Ahí entra Max y, lo cierto, es que está algo preocupado por todo: "Puede desconectar, pero le hacen muchas cuestiones al respecto".
"No le gusta, es parte de la F1... pero no le gusta. El coche funciona muy bien, y entre él y los ingenieros no pasa nada", sentencia.