Aston Martin ha cambiado de enfoque. Ha cambiado de idea. Ha cambiado el paso con este AMR24. Después de varios años en los que su coche destacaba más los domingos que los sábados, en este 2024 los de Silverstone se han inspirado en Red Bull para solucionar así su gran problema del pasado curso... y para tener que mejorar necesariamente algo en lo que iban sobrados hasta este Mundial.

Porque han elegido ser rápidos a una vuelta, en tanda corta, que serlo en la larga distancia. Porque, por fin, tienen un DRS eficiente. Uno que funciona. Uno que no hace ser al coche una tortuga en las rectas cuando se abre el alerón trasero. Sí, todo gracias a lo que detectaron el pasado año en quien fuese durante no pocas pruebas su mayor rival.

Así lo ha confirmado Tom McCullough, ingeniero jefe de los ingleses, sobre ese gran cambio del AMR24: "Vimos que el Red Bull era muy fuerte con el DRS, y es por eso que tenemos una buena clasificación".

"Nuesro efecto DRS es muy fuerte, y nos da mucho tiempo por vuelta. La diferencia con 2023 es enorme, después de revisar los datos con el año anterior y con este", insiste.

Del 19º... al 1º

Y tiene toda la razón. La velocidad de Alonso al paso por línea de meta con el DRS abierto ha pasado de ser de 302 kilómetros por hora (el 19º), a ser de 315 y poner al AMR24 como el más rápido en ese aspecto.

"Es uno de los criterios de diseño que teníamos. El coche hace justo lo que esperamos que haga", cuenta McCullogh.

Porque han cambiado su filosofía: "Hemos tendido siempre a ser más fuertes en carrera... pero este coche es diferente".

"En Arabia, de hecho, nos enfocamos a mejorar las tandas largas sin preocuparnos por la clasificación. Nos sorprendió seguir siendo fuertes en Q3", sentencia.