Ocurrió nada más comenzara la prueba de Bahrein. Lance Stroll tocó por detrás a Fernando Alonso, su compañero en Aston Martin, rozando la tragedia para el equipo verde en un nuevo proyecto que ha empezado con un pie magnífico. No pasó nada, los dos terminaron y sorprendieron

Pero Stroll sufrió. Muchísimo. Él mismo ha relatado que ese golpe le provocó un "terrible dolor" que incluso le hizo llorar dentro del AMR23.

Tras la carrera lo explicó: "El contacto hizo que mis muñecas se incendiaran. Derramé unas lágrimas de dolor y rabia, pero afortunadamente los dos pilotos nos quedamos en pista y esquivamos lo que podría haber sido un suicidios".

"De no haber estado en los puntos, hubiera abandonado a 20 vueltas del final. Sufría, pero apretaba los dientes pensando en estos puntos y lo que significaban tras las dos semanas de mayor locura de mi vida", ha comentado el piloto canadiense.

La historia terminó con final feliz. Aston Martin logró su primer podio del año en la primera carrera. Algo impensable cuando Alonso firmó con el equipo de Silverstone hace algunos meses (en ese momento eran novenos en el campeonato de constructores).

Lance también terminó en los puntos. Fue séptimo, por delante del Mercedes de George Russell, y estrenó su casillero con 8 puntos. El inicio de Aston Martin es más que ilusionante.