Honda será, otra vez, historia de la F1 cuando acabe 2021. Pero esta vez no será 'historia' como lo fue a finales de los 80 y comienzos de los 90. Será, simplemente, historia. Historia porque se marchan, porque, de nuevo, dejan el Gran Circo después de, de momento, seis temporadas irregulares con más sombras que luces y con más dudas que certezas.

Porque los japoneses llegaron, sí, pero llegaron tarde. Tarde en su motor, en todo lo que a unidad de potencia se refiere. Con el anuncio de su regreso después de no pocas temporadas sin estar presente en la F1 haciendo pareja con McLaren, muchos fueron los que vieron a Fernando Alonso en plan Ayrton Senna tras la unión de dos marcas históricas en lo que a automovilismo se refiere.

Pero no, nada más lejos de la realidad. El misticismo de la marca nipona se quedó en eso, y todo parecía más cercano a aquel 2008 con Button y Barrichello y ese colorido monoplaza que fabricaron y motorizaron que a ese McLaren-Honda de Ayrton Senna y Alain Prost.

Boullier y su frase de motores italianos y franceses

Y eso que Eric Boullier, por aquel entonces mandamás de Woking, llegó a decir en su día que su motor estaba por delante de uno italiano y de uno francés en una nada sutil referencia a Ferrari y Renault. Nadie sabe la razón por la que dijo eso, pero incluso en los test de finales de 2014 en Abu Dabi se vio que... no.

En pretemporada, en 2015 y con Fernando Alonso y Jenson Button como pilotos, dos campeones del mundo, el coche no iba. No solo es que no corriera, sino que no hacía nada. El motor fallaba cual escopeta de feria y en cuanto se le exigía era decir adiós a la carrera, a algún elemento de la unidad de potencia y a recibir sanciones en la parrilla.

Tan solo por delante de Marussia en el Mundial

El primer curso con Honda, McLaren vivió un auténtico infierno. El equipo cerró el año con 27 puntos y en penúltima posición solo por delante de Marussia. En cuanto a pilotos, Jenson Button terminó con 16 y Fernando Alonso con 11.

El asturiano abandonó en ocho carreras de las 18 que disputó, no estando por lesión en Australia. Button, por su parte, lo hizo en seis. Entre ambos, sumaron cero puntos en 27 ocasiones. Su mejor resultado, el quinto de Fernando en Hungría.

Pero sin duda la carrera más famosa de todas fue la de Japón, con Fernando Alonso sacando los colores a Honda en su propia casa. En lucha con Ericsson, ojo, con Ericsson, el asturiano gritó por radio el legendario "GP2 Engine", algo que escoció y no precisamente poco al motorista japonés.

La cosa mejoró en 2016, pero fue un espejismo. Un total de 76 puntos con, ojo, dos quintos puestos de Fernando Alonso. Uno fue en Mónaco, el otro, en EEUU tras una buena batalla con el Toro Rosso de Carlos Sainz. Los abandonos se redujeron de ocho a cuatro.

En 2017, más abandonos que en el primer año

En 2017 el 'modo fiesta' regresó a Honda. Un total de 30 puntos, Alonso yéndose a las 500 Millas de Indianápolis en vez de correr en Mónaco para, casualmente, sufrir otro fallo en su motor y los abandonos pasaron a ser once. Su mejor resultado, los 8 puntos de Hungría.

Así pues, adiós a Honda y hola a Renault. Los japoneses se fueron a Toro Rosso, abriendo la puerta de Red Bull. Con ellos, y sin presión, tuvieron tiempo para dar a los de las bebidas energéticas en 2019 un motor para ganar carreras. Y las ganaron.

Max Verstappen se hizo con la victoria en Austria 2019, en Alemania 2019 y en Brasil 2019. Red Bull acabó en tercer lugar el Mundial de constructores con 417 puntos.

Honda, ganando con Red Bull y Alpha Tauri

Este año, en un Mundial atípico, Verstappen ganó el GP 70 Aniversario y Pierre Gasly, con un Alpha Tauri, la atípica carrera de Monza. Ambos equipos están cumpliendo con lo esperado en constructores.

Sin embargo, el avance del motor no ha convencido al holandés, que ha cargado en no pocas ocasiones contra su unidad de potencia. Los nipones, quizá hartos de tanta queja o cansados de tanto gasto, se marchan justo en una temporada, la de 2022, en la que todo podría cambiar por las nuevas normas.

Ahora queda por ver quién motorizará a ambos equipos. Renault tiene todas las papeletas porque... solo se tienen a sí mismos de clientes, aunque todo podría cambiar de aparecer otro motorista en acción. El alto precio de la F1, eso sí, hace indicar que serán los galos los motores de la marca. Ya se conocen de antes, y no acabaron bien.

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