Debacle para Carlos Sainz. El piloto de Ferrari había hecho su segunda parada y estaba volando. Seguía acercándose a Verstappen, a quien estaba a punto de adelantar. Sin embargo, el monoplaza dijo basta.

Primero humo. Luego un petardazo. Y finalmente fuego. Carlos Sainz vio cómo la fiabilidad volvía a acabar con todas sus opciones en un Gran Premio donde la segunda plaza la tenía aseguraba y quien sabe si la victoria.

"¡No! ¡Motor! ¡Motor! ¡No, no, no!", gritaba Sainz por radio. Primero enfadado y, luego, desesperado: "No, no, no,..." Hasta en ocho ocasiones ha repetido la negativa, no podía creérselo.

Sainz, que venía de una gran racha, de lograr su primera victoria en la Fórmula 1, termina el Gran Premio de Austria de la peor forma posible. Un duro golpe que le deja, cada vez más, con menos opciones en el Mundial.

Ahora, Leclerc se pone segundo en el mundial de pilotos mientras Sainz se queda rezagado, en cuarta posición, por detrás de Sergio Pérez.