Cada vez más frecuente
Comprar ahora para pagar después: los peligros de una forma de consumo que moverá más de 500.000 millones este 2025
¿En qué te afecta? A pesar de que parezca que no se gasta dinero, al final aplazar los pagos hace que todos puedan llegar de golpe. Y es que siempre llega el momento de pagar.

Resumen IA supervisado
La tendencia de pagar a plazos gana popularidad, especialmente entre menores de 35 años. Este método, usado por uno de cada cinco españoles para viajar, permite consumir de inmediato y pagar después, pero conlleva riesgos. Aunque parece que el dinero sigue en el bolsillo, eventualmente hay que saldar las deudas, lo que puede resultar agobiante si se acumulan. Según un estudio, este sistema moverá más de 500.000 millones de euros en 2023, alcanzando los 800.000 millones en 2030. Impulsado por la digitalización y la necesidad de consumo rápido, ofrece facilidades a las familias, pero puede fomentar un consumismo excesivo.
* Resumen supervisado por periodistas.
Es una mentalidad que cada vez coge más fuerza. La de pagar a plazos. La de pensar que aplazar lo que se compra hace que ese dinero siga en el bolsillo. Una de comprar ahora y de pagar después que uno de cada cinco españoles ha usado para viajar este verano y que cada vez es más frecuente, sobre todo entre los menores de 35 años.
Pero, como todo, tiene sus riesgos. Porque cumplir esos deseos a nivel de consumo de forma inmediata está muy bien, pero al final, aunque parezca que el dinero está ahí aún, hay que pagar. Y cuando toca pagar, toca. A veces, de hecho, lo que se aplaza llega a la vez, de golpe. Y es justo lo que más ahoga.
Según un estudio, esta forma de pago habrá movido más de 500.000 millones de euros cuando acabe el años; para 2030, la cantidad subirá hasta los 800.000 millones.
"Es una formula que viene sin coste y que se acerca todas las compras, tanto offline y online", dice Antonio Luis Gallardo, responsable de estudios de ASUFIN.
Pero avisa sobre este método: "Lo que vamos a hacer es una bola de nieve. Vamos a ir acumulando pagos fraccionados hasta que llegue el momento en que estrangule".
¿Y a qué se debe este aumento de este tipo de consumo? Los expertos afirman que viene impulsado por las prisas que tenemos que comprar, por la subida de las compras digitales y, claro está, por las facilidades que supone para muchas familias.
Porque permite tener lo que se quiere sin tener que pagarlo al momento. Fraccionando los pagos, dividiéndolo en partes más cómodas a lo largo de los meses. "Lo ponemos a plazos, que las cosas están muy caras", dice una pareja.
Algo que es un sí, pero no. "Tienes la sensación de ahorrar, pero realmente es lo contrario. Lo compras, y hay que tener cuidado con un exceso de consumismo", expresa Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universidad de Valencia.
"La clave es que había un hueco. Una oportunidad de negocio y financiera que amplía las posibilidades de consumo en la población", ha explicado.
Pero así está siendo. Que si un televisor, que si un portátil, un móvil... Todo, a plazos. Cada vez más, y ahora llega la compra del material escolar, que ya hay quien tiene previsto pagar a plazos por el gran coste que supone después de un verano en el que todo ha sido más caro que nunca.
Al final, eso sí, no hay que olvidar que aunque parezca que el dinero sigue estando llega un momento en que toca pagar. En el que toca pasar por caja ante todo lo que se haya comprado.