La unidad de potencia es otro de los elementos que más cambia con el nuevo reglamento de la Fórmula 1. Y los equipos todavía no han podido probar en pista cómo se comportan sus motores. Los test de Barcelona, a finales de febrero, serán clave en este sentido para todas las escuderías.

Mercedes está ansioso por ver cómo funciona su motor. El directivo Hywel Thomas ha asegurado en declaraciones recogidas por 'Motorsport' que en el equipo están "absolutamente desesperados" por ver en pista si los resultados de las simulaciones coinciden con el rendimiento en pista.

"De lo contrario, estaremos listos para ajustar la unidad de potencia según sea necesario para lograr de que el piloto obtenga exactamente lo que quiere cuando lo pide", ha dicho Thomas.

Los coches nada tendrán que ver con los de 2021: "El coche de 2022 es muy, muy diferente. Y de todas las cosas que nos han dicho y de todo el trabajo que hemos hecho con el equipo aquí en Brackley, creemos que el monoplaza hará cosas ligeramente diferentes, y las solicitudes del piloto serán diferentes este año en cuanto al paso por curva".

Congelación de los motores

La nueva reglamentación congelará el desarrollo de los motores entre 2022 y 2026. Esto significa que en caso de acertar con la unidad de potencia, el dominio durará esos cinco años. Por lo que el desarrollo del actual monoplaza es fundamental a largo plazo.

La unidad de potencia tiene una especificación de rendimiento congelada. Desde el comienzo de 2022 hasta la nueva, que esperamos que llegue en 2026, el rendimiento del motor está congelado", ha expresado Thomas.

Y ha sentenciado: "Y con el nuevo combustible, la congelación del rendimiento de la unidad de potencia en el transcurso de la temporada, y un coche completamente nuevo, la aerodinámica completamente nueva y la instalación del motor dentro del chasis nuevo, hay un gran desafío para todos los involucrados en el equipo".