Oriente Medio no deja de estar en el ojo del huracán. Si hace unos días era la organización del Mundial de Catar la que afirmaba que "la homosexualidad no está permitida" y que, a pesar que la comunidad LGTBIQ+ no corra peligro en el emirato, "las muestras de cariño no están permitidas", ahora es Arabia Saudí el país se ha puesto en el foco.

La organización Human Rights Watch (HRW) ha cargado contra el gobierno del país por, según ellos, estar utilizando el Gran Premio de Fórmula 1, así como otros eventos, para "lavar su imagen" y "encubrir" los abusos de derechos humanos.

Así lo ha explicado Michael Page, subdirector para Oriente Medio de HRW: "El Gobierno saudí está haciendo todo lo posible para encubrir sus atroces abusos contra los derechos humanos con espectáculos públicos y eventos deportivos".

"A menos que expresen su preocupación por los graves abusos de Arabia Saudí, la Fórmula Uno y los artistas que participan corren el riesgo de reforzar al Gobierno saudí en sus esfuerzos de blanquear su imagen a pesar del aumento significativo de la represión en los últimos años", ha añadido.

Desde Derechos Humanos apuntan a que con el príncipe heredero Mohamed bin Salman, Arabia Saudí ha sufrido "el peor período de represión en su historia moderna", llegando al punto de que las autoridades penitenciarias "torturan a los detenidos y someten a algunos de sus familiares a un castigo colectivo".