La vida es diferente para Mercedes. La vida ha cambiado. Porque lo que antes era un imposible ahora se ha convertido en un 'sí'. En un llevan tres victorias. Todo, en apenas unos meses en los que su coche, el último de Lewis Hamilton con los alemanes antes de irse a Ferrari, ha evolucionado de manera más que notable.
Porque no estaban ni para subirse al podio salvo sorpresa en las primeras pruebas del curso. Porque ahora hay que tenerles en cuenta, muy en cuenta, para la victoria. Tienen un monoplaza capaz, que puede pelear con McLaren y con Red Bull sin problemas y que suma tres triunfos.
Un monoplaza con el que Lewis Hamilton ha vuelto a ganar tras no hacerlo desde 2021. Y es que están donde pensaban que estarían a comienzos de año, tal y como ha confirmado Andrew Shovlin, director de ingeniería de Mercedes, en palabras que recogen en 'Motorsport'.
"Pensánbamos que teníamos un buen coche"
"Nos sorprendió no ser más rápidos a comienzos de año. Pensábamos que habíamos hecho un buen coche", afirma.
Pero era lo que era: "El coche tenía algunos problemas que hubo que solucionar. Ahora vemos el resultado de ese gran y duro trabajo que hicimos".
"No se trata de una mejora, son muchas cosas las que hemos hecho para arreglar lo que había que arreglar", insiste.
"Parte de la F1 es esto"
Ahora, a disfrutar: "Parte de la F1, del éxito de la F1, es aprender y tener ideas. El ritmo ha sido alto. La producción fue buena... y de ahí vienen todas las piezas nuevas".
En ese sentido, Shovlin confirma que algo ha cambiado en la correlación de datos del túnel de viento: "Nunca es perfecta, pero hemos visto mejoras".