Boticaria García explica que el rejuvenecimiento vaginal no se trata solo de un tratamiento estético, pues puede haber un tema de salud detrás. Como es el caso de Mariló Montero, que confesaba habérselo realizado para solucionar un problema de incontinencia urinaria.

La experta señala que consiste en introducir un láser a través de la vagina que emite un haz de luz de energía y es capaz de provocar efectos a corto plazo. Destaca el aumento del riesgosanguíneo, beneficioso para que la piel se mantenga joven y eso favorece, a su vez, la producción de colágeno, una molécula que ayuda a mantener la piel tersa evitando que se pierda el tono.

Algo que ocurre, según indica, por la pérdida de hormonas que se experimenta en la menopausia, lo que puede provocar, a parte de sequedad vaginal y pérdida de tono, la elasticidad de los músculos de la zona.

El efecto del láser ayuda a tensar la zona para recuperar la elasticidad y el tono muscular que se tenía, además de mejorar la sequedad y blanquear la zona. Aunque también es "una posibilidad para el tratamiento del síndrome genitourinario", declara, que puede complementar a otros tratamientos.

"Se calcula que en 2025 habrá 1.100 millones de mujeres mayores de 50 años con necesidades específicas", dice, por esta causa por lo que, apunta, que sería una buena idea explorar una alternativa como esta.