Unos padres parecen haber encontrado un método muy efectivo para conseguir que su hijo coma sopa. Pero, ¿cuál es el secreto? Estos apuestan por el atractivo visual, mostrándole algo que saben que le gusta para que acepte la sopa.

Sin embargo, lo que el niño no sabe es que los trozos de salchicha que tanto le gustan están atados con un hilo y cada vez que abre la boca para comerse una cucharada, estos tiran del pedazo, de manera que el pequeño va ingiriendo el caldo.

En una ocasión, parece darse cuenta del truco, pero estos consiguen despistarle nuevamente. "El método también funciona para adultos que quieran adelgazar, cambiando la salchicha por un torrezno", bromea Dani Mateo.