Vestido de marinero y llegando a clase era un ejemplo de las primeras imágenes que veíamos de rey Juan Carlos como príncipe cuando la propaganda franquista se esforzaba por acercar una imagen positiva de él a la sociedad.

La dictadura publicitaba la educación del futuro rey bajo su régimen, pero 15 años antes era algo impensable. En 1938, España se desangraba en plena Guerra Civil y mientras tanto, la familia real, exiliada en Roma, celebraba el nacimiento de su segundo hijo al que conocerían como Juanito.

La destrucción pronto llega a Italia y sus padres emigran con Juanito a Suiza. Cuando el pequeño tiene 8 años, los padres se mudan a Estoril, en Portugal, pero dejan a su hijo internado en un colegio marianista suizo.

Carmen Enríquez cuenta que "luego él estuvo un tiempo en un colegio en Friburgo, interno y creo que el pobre estaba muy desamparado. Los recuerdos del rey de esa etapa de su vida no deben ser muy gratos, más bien tristes y con sensación de soledad".