"Muy buenas noches familia, soy Gervi", así comienza Gervasio Deferr este vídeo de agradecimiento por todas las muestras de cariño tras contar su historia en Lo de Évole.

Deferr confesaba a Jordi Évole que Gervasio Deferr era el gimnasta y que él es Gervi, con sus aciertos y sus fallos. El medallista olímpico perdió el rumbo de su vida cuando dejó el deporte olímpico y se vio envuelto en una vida de alcohol y drogas que le llevaron a una depresión. Tras pasar por un centro de desintoxicación, Gervi volvió a encontrar sentido a todo y decidió escribir 'El gran salto'. En esta autobiografía, Gervi se abre de par en par para narrar sus duras vivencias y explicar cómo ha conseguido vencer, una vez más, dedicándose ahora a entrenar a jóvenes en su gimnasio en La Mina, Barcelona.

"En todas las redes he recibido muchos mensajes de gente que no me conoce y que no tiene nada que ver con el deporte y aun así me ha mandado su cariño de forma brutal", explica Gervi en este vídeo donde pretende responder a todos los que le han mandado su apoyo tras ver la entrevista del pasado domingo con Jordi Évoleen laSexta.

Además, explica que también ha recibido el apoyo de amigos y colegas, hasta incluso el de famosos con los que no ha tenido nunca relación: "He recibido el apoyo de gente que no conocía, como de Andrés Iniesta. Ha sido muy emocionante todo el día de hoy".

Así trabaja Gervi en su gimnasio en La Mina

Gervasio Deferr charla con Jordi Évole sobre su día a día de entrenador. El medallista olímpico abrió un Club de Gimnasia en el barrio de La Mina, en Barcelona. "No soy duro, soy muy benévolo, les regalo mucho los oídos a mis niñas y niños", confiesa a pesar de saber que es "intenso" como entrenador.

Deferr conoce de primera mano lo difícil que es lo que hacen, por ello desvela a Évole que siempre intenta animarles cuando hay una mejora, por mínima que sea: "Siempre intento empezar con un mensaje positivo".