Pulso judicial

El juez Peinado vs. Bolaños: comienza el duelo de protervas con acusaciones de falso testimonio y malversación

El contexto El magistrado ha cargado duramente contra el ministro de Justicia tras detectar contradicciones entre su declaración y la del coordinador de personal de Moncloa, Raúl Díaz, sobre quién fue el responsable del nombramiento de Cristina Álvarez, asesora de Begoña Gómez.

El juez Peinado vs. Bolaños: comienza el duelo de protervas con acusaciones de falso testimonio y malversación

El juez Peinado ha vuelto a escena, esta vez con una "exposición razonada" contra el ministro de Justicia, Félix Bolaños. ¿Traducción? No puede imputarlo porque está aforado, así que se lo pasa al Tribunal Supremo. ¿La acusación? Falso testimonio, y de propina, posible malversación. ¿El motivo? Una declaración sobre el nombramiento de una asesora en Moncloa. Pero lo más comentado no ha sido el fondo, sino la forma. Porque el juez Peinado ya no redacta autos: escribe en otro idioma.

Un auto con más floritura que claridad, que obliga al lector a activar el modo traductor: Peinado-Español. ¿Qué quería decir exactamente el juez?

Cuando el juez escribe que Bolaños, como "Notario Mayor del Reino", no puede ser investigado directamente, lo que realmente está diciendo es que no le queda otra que enviar el caso al Supremo. Cuando habla de "oxímoron", se refiere a que el testimonio de Bolaños contradice la lógica de su investigación. Y cuando tacha su actitud de "proterva" (una joya del diccionario que significa perverso u obstinado en la maldad), está dejando claro que, para él, el ministro le dio la vuelta a la verdad.

¿Qué hay detrás de todo esto?

El caso gira en torno a Cristina Álvarez, asesora en Moncloa vinculada a Begoña Gómez. Según Peinado, su contratación fue irregular. En abril, Bolaños declaró como testigo y, preguntado por el responsable de esa asesora, señaló a Raúl Díaz, entonces coordinador de personal en Presidencia.

Pero cuando Peinado llamó a declarar a Díaz, este negó haber sido el responsable del nombramiento. Y ahí es donde el juez ve contradicciones que, a su juicio, podrían ser algo más que un malentendido: podrían ser delito.

Desde el Ministerio de Justicia han reaccionado dejando claro que la acusación del juez se basa en una frase que, sencillamente, no fue pronunciada. En la declaración (filtrada y reproducida por varios medios), Bolaños no atribuyó el nombramiento a Díaz, sino que respondió que era su responsable jerárquico, no el que la designó. Una diferencia que el juez habría pasado por alto.

Fuentes del Ejecutivo recalcan que Díaz sí confirmó ante el juez que supervisaba a Cristina Álvarez, aunque no la nombrara formalmente. Un matiz técnico que podría ser clave. Pero Peinado parece tener otra lectura, más política que jurídica, en una investigación que ha sorprendido al Gobierno por su intensidad, su alcance… y su tono.

¿Por qué ahora? ¿Y por qué así?

En Moncloa no entienden el giro del juez. Algunos dentro del Ejecutivo consideran que esta ofensiva judicial, que comenzó con la investigación sobre Begoña Gómez y ahora apunta al propio ministro de Justicia, tiene una motivación más política que penal. Y que responde más a una lógica de desgaste que a una búsqueda real de responsabilidades.

Desde el entorno del juez, sin embargo, se defiende la independencia del procedimiento. Aunque el estilo de sus autos, cargados de calificativos y conceptos ambiguos, no ayuda precisamente a calmar el fuego político.

¿Y ahora qué? Esperar al Supremo (y a septiembre)

Todo queda ahora en manos del Tribunal Supremo, que deberá decidir si hay base suficiente para investigar a Bolaños por falso testimonio. La clave estará en delimitar qué competencias exactas tenía Raúl Díaz: si no la nombró, pero sí validaba nombramientos, el caso podría desinflarse.

La resolución no llegará antes de septiembre u octubre, así que el asunto queda en pausa hasta la vuelta del verano. Eso sí, con el termómetro político ya muy caliente. Y si algo queda claro en medio de tanto oxímoron y tanta proterva actitud, es que vamos a necesitar el traductor Peinado-Español cerca durante una buena temporada.