Visiblemente alterado, nervioso y con "muchas ganas de hablar", hasta el punto de interrumpir constantemente a su propio abogado. Así ha declarado Rafael Amargo en la última jornada de su juicio por tráfico de drogas en la Audiencia Provincial de Madrid, donde el tribunal ha tenido que llamarle la atención en varias ocasiones, ante lo que se ha excusado así: "Ya les digo que soy muy teatral".

El bailaor ha negado este viernes que se dedicara a vender sustancias estupefacientes desde su piso, unos hechos por los que la Fiscalía pide para él nueve años de prisión. "A mi casa no ha venido nunca en la vida nadie a comprar. Si me hace falta yo llamo y me lo traen", ha esgrimido el artista, que ha ofrecido una sorprendente justificación sobre la droga encontrada en su casa: "Lo he mirado en Google y es un producto para el pelo, yo tengo muy buen pelo".

Además, Amargo se ha mostrado muy enfadado por la elección de las llamadas que han podido escucharse en la sala -"estoy hirviendo", ha dicho-, ha asegurado que la báscula de precisión mostrada en la sala no es la suya -"otro embuste", ha espetado- y ha criticado la forma en que fue detenido, que ha tachado de "despropósito". "Me metieron hasta el dedo en el culo. No encontraron nada. Me tenían ganas", ha clamado. "Yo les abrí la puerta de mi casa porque no tenían orden judicial y eso es un delito", ha insistido.

El artista se ha quejado también amargamente del daño que han sufrido él y su familia: "Me han arruinado la vida", ha lamentado, asegurando que su hijo "ha tenido que dejar el fútbol" y que "le dicen 'tu padre es narcotraficante'". "A mi padre le ha costado casi la vida. Se han cargado una familia", ha insistido Amargo. "Estuve a punto de quitarme la vida cada vez que veía lo que escribían de mí. Han intentado matarme", ha afirmado.

El bailarín, que solo ha respondido a las preguntas de su letrado, ha afirmado que hora está "ayudando y aportando a gente": "Me voy a Walt Disney ahora antes que a las Barranquillas", ha dicho, en una intervención en la que también ha hablado de por qué no fue a firmar como se le impuso como medida cautelar: "Me he metido yo [en la cárcel] por imbécil".