"Insensatas e incendiarias"
Trump despliega dos submarinos nucleares cerca de Rusia tras su rifirrafe con el expresidente Medvédev
¿Qué ha dicho? El presidente estadounidense señala en su red social que el movimiento estratégico se debe a "las provocadoras declaraciones del expresidente ruso". "Las palabras son muy importantes y, a menudo, pueden tener consecuencias imprevistas. Espero que este no sea uno de esos casos", ha dicho.

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El presidente Donald Trump ha respondido con firmeza ante las declaraciones del exmandatario ruso Dmitri Medvédev, ordenando el despliegue de dos submarinos nucleares cerca de Rusia. Trump considera que las palabras de Medvédev son provocadoras e insensatas, y ha advertido que podrían tener consecuencias imprevistas. Este enfrentamiento se produce tras un intercambio en redes sociales donde Trump acortó el plazo para que Rusia logre una tregua, amenazando con aranceles del 100%. Medvédev criticó las propuestas de Trump para la paz en Ucrania, lo que intensificó la tensión entre ambos líderes.
* Resumen supervisado por periodistas.
A Donald Trump no se le amenaza. El presidente estadounidense no se anda con miramientos a la hora de dejar claro que con él el lenguaje hostil no funciona. El republicano ordenaba este viernes el despliegue de dos submarinos nucleares cerca de Rusia ante las "provocadoras declaraciones" del expresidente ruso Dmitri Medvédev. Eso sí, sin especificar dónde.
"Ante las provocadoras declaraciones del expresidente ruso, Dmitri Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa, he ordenado el despliegue de dos submarinos nucleares en las regiones correspondientes, por si acaso estas declaraciones insensatas e incendiarias fueran más allá", ha escrito Trump en su red social, Truth Social. "Las palabras son muy importantes y, a menudo, pueden tener consecuencias imprevistas. Espero que este no sea uno de esos casos", ha avisado el presidente estadounidense.
Las amenazas de Trump llegan un día después de que ambos protagonizaran este jueves un rifirrafe en redes sociales porque el norteamericano acortó el plazo de 50 a 10 días para que Rusia logre una tregua. Si no, dijo, impondrá aranceles del 100% al país. En este enganchón, Trump ha acabado llamando al vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa "abuelito" y "fracasado" a la vez que le ha sugerido medir sus palabras. Aviso que finalmente ha llevado a cabo. Pero Medvédev no se había quedado corto.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso no está de acuerdo con las propuestas de Trump para una paz duradera en Ucrania y así lo hizo saber en sus mensajes, algo que no gustó nada al republicano. "Trump le está dando un ultimátum a Rusia: ¿50 días o 10? Debería recordar dos cosas: Rusia no es Israel, ni tan siquiera Irán. Cada nuevo ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra. No entre Rusia y Ucrania, sino con su propio país. ¡No sigas el camino de Joe el dormilón!", dijo el ruso en referencia al modo en que despectivamente Trump se refiere al expresidente Joe Biden.
Los "abuelitos" y la "mano muerta"
Poco después, el senador republicano Lindsey Graham criticó las palabras de Medvédev y le pidió que "se sentaran a la mesa de negociaciones". La contestación no tardó en llegar. "No os corresponde a ti ni a Trump dictar cuando debemos sentarnos. Las negociaciones llegarán cuando se hayan logrado todos los objetivos de nuestra operación militar. ¡Trabajad primero en América, abuelitos!", espetó.
El intercambio de mensajes en las últimas horas ha sido continuo y por todo. De ahí que finalmente el ruso amenazara a Estados Unidos y su presidente con represalias nucleares en una publicación en Telegram. "Déjeme recordarle su película favorita sobre muertos vivientes, además de cuán peligrosa puede ser una mano muerta que no existe en la naturaleza", aseveró. La "mano muerta" es un sistema automático de represalia nuclear desarrollado por la Unión Soviética durante la Guerra Fría, aunque nunca se ha sabido con seguridad si Rusia cuenta con ello.
Aunque a Trump parece darle igual. Ante lo que considera un ataque frontal, el presidente de Estados Unidos no ha tardado nada en dar la batalla. Ya se ha visto desde que llegara a la Casa Blanca el pasado noviembre: Trump, el negociador de paz y aranceles, no se amilana y no duda en dejarlo claro en todo momento. La guerra ha comenzado con palabras, pero puede terminar con armas nucleares.