Hace seis meses que abrió la preciosa librería Celama, en Madrid. Por sus puertas entra Rosa Montero, acompañada de Petra, su inseparable compañera de los últimos diez años. "Hay agua para la perrita", dice Andrea, la librera. "Yo también quiero", responde la escritora, con una sonrisa.
En plena vorágine promocional de su última novela, Animales difíciles, la autora madrileña ha sacado un hueco de su apretadísima agenda para hablar de un libro publicado hace ahora dos décadas: Historia del Rey Transparente. "Es, sin lugar a dudas, mi novela más ambiciosa", asegura. "Me volví loca aspirando a lo máximo, y creo que conseguí mucho. Estoy muy orgullosa de ella".
"'Historia del Rey Transparente' es, sin lugar a dudas, mi novela más ambiciosa"
Petra da vueltas, nerviosa, alrededor de la silla donde Rosa Montero está sentada, en un pequeño set improvisado. La autora la alza con cuidado y la acomoda sobre sus piernas mientras responde, entre risas, a la primera pregunta. "La novela tiene un tono más de novela fantástica que de novela histórica". Y esto es un detalle importante: aunque pueda parecerlo por el título y el diseño de la cubierta, Historia del Rey Transparente "no es una novela histórica", recalca. "Detesto el género histórico: son libros que se escriben para poner cromos a un suceso histórico".
Una historia de supervivencia
Ambientada en un turbulento siglo XII, marcado por el hambre, las guerras y la sed de sangre de los cruzados, seguimos los pasos de Leola, una joven campesina que se ve obligada a disfrazarse de hombre para sobrevivir. "La novela, como todas las mías, es una historia de supervivientes. Pero, sobre todo, habla de que todos tenemos que encontrar nuestra identidad y nuestro lugar en el mundo", reflexiona Montero. "Siempre intentamos ser lo que otros quieren que seamos, y por eso ese camino es tan dificultoso".
"No me interesa lo más mínimo hablar de mujeres, a mí me interesa el género humano"
El viaje interior de Leola es también una aventura, peligrosa y emotiva, por parte del territorio francés. La protagonista se convierte en caballero, se enfrenta a numerosos peligros, descubre el miedo, pero también el amor y la amistad. "Pero yo no quiero hablar de mujeres, no me interesa lo más mínimo", afirma la autora. "Cuando una mujer escribe una novela protagonizada por una mujer, todo el mundo piensa que está hablando de mujeres. Cuando un hombre escribe una novela protagonizada por un hombre, todo el mundo cree que está hablando del género humano. Me fastidia. Es parte del sexismo".
En medio de esta historia con toques de fantasía y aires de fábula, se cuela, de vez en cuando, la leyenda que da nombre al libro. Una leyenda ficticia que no se descubre por completo hasta el final. Aunque hay quien ha preferido no leerla, por si acaso... "La historia del Rey Transparente se menciona en varias ocasiones, pero cada vez que un personaje intenta contarla ocurre una catástrofe", explica Rosa Montero. Recuerda con cariño una anécdota: "Una buena amiga, la escritora Mayra Montero —nada que ver conmigo—, me dijo que no se atrevió a leer la leyenda. ¡Y lo decía en serio! ¡Se leyó toda la novela pero no se atrevió con la historia del Rey Transparente por si le pasaba algo!".
Perderle el miedo a la muerte
A pesar de haber transcurrido veinte años, la escritora recuerda perfectamente uno de los momentos más bonitos que le ha regalado este libro. "En un chat del diario El Mundo, un lector escribió que lo que más le había gustado es que, después de leerlo, tenía menos miedo a morir. Me pareció precioso. Y me había pasado a mí también. Yo, después de escribir la novela, perdí un poco el miedo a morir".
Por eso, dice Rosa Montero, Historia del Rey Transparente fue un hito en su carrera. "He tenido crisis de pánico desde los 16 hasta los 30 años. Eran crisis por miedo a la muerte, aunque entonces no lo sabía. Siempre he escrito para perderle el miedo a la muerte, y con esta novela verdaderamente di un paso para saltar sobre la negrura".
Lo raro, le digo, es que haya gente que no le tenga miedo a morir. "Es que la inmensa mayoría de los humanos viven como si fueran eternos, salvo un puñado de neuróticos como Woody Allen, como tú y como yo", responde entre risas. "Pero no podemos no ver la realidad, y es que la vida es un irse desviviendo hacia la muerte".
"La mayoría de los humanos viven como si fueran eternos, salvo un puñado de neuróticos como Woody Allen, como tú y como yo"
Quien no sabe si sobrevivirá es la protagonista de su próxima obra: Luminosa Pérez. "Cuando termino una novela, nunca empiezo la siguiente. Sin embargo, cuando terminé la última Bruna Husky, de repente se me incendió la cabeza y se me ocurrió una trilogía", cuenta. "Escribí siete capítulos y tuve que parar porque empecé la promoción de Animales difíciles. Está desde el año pasado sin tocar, y eso es muy malo. Así que, cuando la retome, no sé si estará viva o no".
Sea como sea, añade: "Después de 46 años de carrera literaria, lo absolutamente milagroso es que siga escribiendo, me sigan publicando y me sigan leyendo. Eso es como si me tocara la bonoloto en cada libro".
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