Este miércoles ha arrancado el juicio del Alvia en la Ciudad de la Cultura de la capital gallega. Y lo ha hecho nueve años después de que tuviera lugar el accidente del tren que descarriló en Santiago, provocando ochenta muertos y casi centenar y medio de heridos. Hay dos únicos acusados: el maquinista, Francisco José Garzón Amo, y un excargo de Adif responsable de la seguridad en la circulación, Andrés Cortabitarte.
Los familiares de las víctimas se han topado con este último a la salida del juicio dando lugar a escenas llenas de tensión y desesperación. A pesar de que iba acompañado por la Policía, los familiares han empezado a increparle y llamarle asesino. En un determinado momento, uno de los presentes le ha lanzado un puñetazo.
Los familiares han asegurado a laSexta que este miércoles ha sido un día de recordar lo que ocurrió y a los que ya no están. "Se metió en el tren y desde allí nos despidió con una foto del vagón que le tocó", cuenta una madre. "Nunca se supera la muerte de un hijo porque su ausencia es tremenda", añade otra.