Arranca este miércoles el juicio por el accidente del tren Alvia que hacía su recorrido desde Madrid hasta Ferrol, la tragedia más grave de las últimas décadas en nuestro país. Todas las miradas están puestas en los dos acusados, el maquinista y Andrés Contabitarte, exjefe de Seguridad de Adif.

Los hechos ocurrieron el 24 de julio de 2013, en la fatídica curva de Angrois. El tren iba a 191 kilómetros por hora, cuando la velocidad permitida era de 80. En ese Alvia viajaban 224 personas, 80 de ellas murieron.

La investigación sobre lo ocurrido concluyó dos años después, con un único imputado: el maquinista, Francisco José Garzón. En una entrevista exclusiva en el programa de 'Liarla Pardo', en 2019, Garzón declaró que no se cansaría de pedir perdón a las víctimas y sus familias por su parte de responsabilidad en el accidente a raíz de un error humano.

El juez le consideró entonces el único responsable del accidente por no frenar a tiempo, basándose en un informe de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios. Pero la Audiencia Provincial de A Coruña lo invalida al considerar que no es independiente. Por ello, cuestiona los sistemas de seguridad y ordena que se reabra la instrucción en mayo de 2016.

La Audiencia Provincial responsabiliza además a Andrés Contabitarte, que acaba siendo imputado junto al maquinista. Solo ha accedido a hablar ante el juez en una ocasión, el 27 de julio de 2017, con un testimonio que ahora revela en exclusiva La Roca y que es muy importante para depurar responsabilidades.

La Fiscalía pide cuatro años de cárcel e inhabilitación para ambos y se les imputan 80 delitos de homicidio por imprudencia grave profesional, 145 delitos de lesiones y un delito de daños. La reclamación total por daños y perjuicios supera los 57 millones de euros.

Por este juicio, que se prolongará casi nueve meses, pasarán 165 víctimas, más de 100 abogados y otro centenar de peritos, 522 testigos, y habrá 18 declaraciones cada día. El proceso supondrá a las arcas públicas más de un millón de euros.