Así ha cambiado

La deriva ultra de Ayuso: de defender el aborto sin permiso parental (desoyendo a Feijóo) a enviar a las madrileñas a abortar a "otro lado"

Las dos caras En 2022 y contra la postura oficial del PP, Ayuso defendía que las menores de más de 16 años pudieran abortar sin consentimiento de sus padres. Ahora, apenas tres años después, su discurso es mucho más duro.

El discurso de Isabel Díaz Ayuso sobre el aborto, en 2022 y 2025
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"Váyanse a otro lado a abortar". Es lo que ha espetado este jueves Isabel Díaz Ayuso a la oposición en el Pleno de la Asamblea de Madrid, después de que el Ejecutivo central instara en los últimos días a la Comunidad de Madrid -así como a otros tres gobiernos autonómicos- a poner en marcha el registro de objetores de conciencia para garantizar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en la región.

El exabrupto ha llegado en respuesta a la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, a quien además ha reprochado que "hasta el Corán, que es su libro y el de sus amigos de Hamás, condena el aborto". Acto seguido, ha afirmado que "cada año se abortan en España a 106.000 personas" y lo ha calificado como un "fracaso de la sociedad".

"No se va a señalar a nadie por abortar, pero tampoco por dejar de hacerlo y no se va a señalar a ningún médico por practicar un aborto o por no querer practicarlo. ¿Le parece poco? Pues váyanse a otro lado a abortar", ha remachado. Más allá de la barbaridad que encierra esta frase de Ayuso, el episodio vivido ahora en el parlamento autonómico da cuenta de la deriva de su discurso sobre un asunto muy delicado para su partido, que en los últimos años viene optando por no abordarlo siquiera.

La dirigente 'popular', entretanto, vuelve a ser un verso suelto y sigue una línea cada vez más dura y escorada hacia la ultraderecha sobre este tema, que ha vuelto a situarse en el epicentro de la actualidad política a cuenta de la iniciativa de Vox que el PP de José Luis Martínez-Almeida respaldó para obligar a informar a las mujeres sobre el inexistente 'síndrome post aborto' en espacios de salud e igualdad de Madrid. El alcalde, posteriormente, tuvo que recular y admitió que no tiene evidencia científica.

Ayuso y el aborto: 2022 vs. 2025

Y es que hace poco más de tres años, cuando se debatía una reforma de la ley del aborto que acabó aprobándose en 2023, Ayuso volvía a ser la voz discordante dentro de la formación de Alberto Núñez Feijóo, que rechazaba que las menores de edad de más de 16 años pudieran abortar sin el consentimiento de sus padres.

Entrevistada en septiembre de 2022 en 'Onda Cero', la presidenta madrileña, en cambio, manifestó que defendía "un aborto legal, seguro, pero poco frecuente" y que "no puedes obligar a nadie a llevar una vida contraria a la que tú has deseado". "¿Cómo decirle a una mujer que viva como no quiere?", decía entonces.

Aunque apostilló que "hay que fomentar que no se llegue a ello", la dirigente 'popular' defendió que, aunque a su juicio los padres debían estar informados, las menores de 16 y 17 años deberían poder interrumpir su embarazo aunque sus progenitores no estuvieran de acuerdo. "No se me ocurriría pensar que una mujer de 16 años, que es muy joven y que ni siquiera creo que tenga todo claro, y que tiene unos proyectos, etc., tenga que seguir con una vida que no quiere", dijo en ese momento.

Qué pasa con los objetores

No obstante, Ayuso ya mostraba entonces su rechazo a elaborar lo que califica como "lista negra" de profesionales que no quieren practicar abortos. Así se refiere aún hoy al registro de objetores, que en realidad no es público, y que recoge a los profesionales sanitarios que, por razones éticas o religiosas, no quieren practicar esta intervención.

Tienen derecho a no hacerlo, pero es necesario asegurar que haya profesionales que sí estén dispuestos en todos los sistemas de salud, de forma que las mujeres que deciden abortar puedan hacerlo en la sanidad pública. De lo contrario, no se estaría garantizando un derecho que está reconocido por ley.

Ahora bien, la realidad es que en España la gran mayoría de los abortos sigue practicándose en centros privados y hay lugares donde abortar en el sistema público directamente es imposible, como ocurre por ejemplo en Melilla, porque todos los médicos son objetores de conciencia. Además de Madrid, solo hay otras tres comunidades que aún no cuentan con ese registro de objetores que Ayuso rechaza implementar,: Asturias, Aragón y Baleares. El Ejecutivo central les ha dado tres meses para enmendar esta situación.

También con la migración

Pero el asunto del aborto no es el único donde se puede apreciar ese endurecimiento del discurso de Isabel Díaz Ayuso, con el que busca dar la batalla cultural: otro tema en el que ha adoptado una retórica cada vez más radical es el de la inmigración.

Así, ha pasado de encararse con la que fuera portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, a quien en su día reprochaba que vinculara migración y delincuencia, a criminalizar ella misma a los menores migrantes no acompañados, llegando a hablar de "manadas", como hizo hace apenas unos días.

Entrevista a Ayuso en Telecinco
Ayuso criminaliza a los menores migrantes: "Mienten sobre su edad y procedencia y van dando vueltas por Europa, los ves en manadas"

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