"Nos piden silencio"
Médicos en Gaza denuncian la pesadilla que viven cada día: "Sabemos que podemos morir en cualquier momento"
Los detalles En Gaza, los médicos y médicas arriesgan la vida para salvar a heridos en hospitales colapsados y sin recursos. Entre bombas y amenazas, denuncian la indiferencia internacional y documentan el horror diario que enfrentan para que el mundo no olvide el genocidio que está llevando a cabo Israel.

El genocidio en Gaza sigue cobrándose nuevas víctimas. Esta vez son los trabajadores y trabajadoras sanitarias quienes, en medio de los bombardeos, permanecen en la Franja atendiendo a los heridos con recursos muy limitados. Arriesgan sus vidas para salvar las pocas que dejan las bombas israelíes.
Para denunciar esta situación, Nada Abu Alrun, una doctora australiana que se encuentra en Gaza, grabó un vídeo en el que relata el día a día que viven ella y sus colegas. "Estamos grabando este vídeo porque sabemos que podemos morir en cualquier momento", comienza diciendo Abu Alrun.
Una situación que viven ellas en el Hospital de Al-Shifa, en el norte de Gaza, pero que se repite en cada centro que todavía queda en pie. El centro está colapsado y no tiene ni los recursos ni el personal suficiente para atender a la enorme cantidad de heridos. "El 80% de nuestros pacientes son niños y mujeres embarazadas. Estamos tratando a pacientes en el suelo. Es una pesadilla", asegura la doctora.
Abu Alrun también denuncia que tanto los hospitales como el personal sanitario han quedado expuestos al horror por la inacción de la comunidad internacional, a la espera de una orden de evacuación que nunca llega. Aun así, pese a las condiciones extremas, mantienen su compromiso inquebrantable de salvar vidas gazatíes.
"Nos están pidiendo que nos mantengamos en silencio o nuestra vida estaría en peligro. Estamos documentando esto como parte de lo que está ocurriendo para el futuro", denuncia Abu Alrun.
El esfuerzo y la valentía de estos médicos y médicas, que arriesgan su propia vida para salvar a otros en Gaza, ha sido reconocido con la Medalla del Orden Civil de Sanidad, un homenaje a su labor humanitaria en medio de la devastación.